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OAXACA, Oax. 19 de diciembre de 2023.- El director del Jardín Etnobotánico en Oaxaca, Alejandro de Ávila Blomberg, aseguró que este espacio a pesar de generar recursos, no ha recibido “ni un peso” de las bodas que se realizan ahí.
Al contrario, dijo en entrevista con Quadratín, tanto directivos como personal han sufrido las consecuencias de ese elitismo del que se habla y la actitud infame de administraciones anteriores.
“A nosotros nos maltratan, muchas veces los que vienen aquí se sienten dueños del espacio, hemos tenido confrontaciones, inclusive compañeros que han sido golpeados por personas que en estado de ebriedad se sienten dueños del espacio y que pueden hacer lo que quieran”.
Las bodas, añadió, ha causado también daños a la cantera, a las plantas, luminarias estrelladas “es una larga lista de agravios a la infraestructura”, para los cuales, desafortunadamente no hay recursos.
Después de 25 años de servicio en este proyecto, agregó, “vemos cómo el Jardín ha generado una extraordinaria derrama económica y no solo lo que se paga a la secretaría de Finanzas por el alquiler, sino la derrama que significa para los restauranteros, los toldos, los muebles, la decoración, no es nada económico, la cena, los servicios, el paquete”.
Pero, además, los hoteleros, las galerías, las compañías de transporte, los de la música, los mariachis, el carro de esquites, es algo que ha significado mucha actividad económica para Oaxaca.
Sin embargo, “estamos en la chilla, en el sentido de que tenemos sueldos de hambre y sin ningún beneficio”.
Inmediatamente aclara: “No estamos en contra de las bodas, no estamos en contra de la generación de recursos, nuestro estado necesita ingresos, necesitamos generar empleos, pero nuestra propuesta es hacerlo de manera sostenible y equitativa”.
Que ya no sea el beneficio para unos cuantos, sugiere, que ya no se convierta en un espacio para una mafia que se ha creado en Oaxaca, porque son los mismos proveedores una y otra y otra vez.
No hay realmente para abrirlo a otra visión, a otro concepto.
Primero, dijo, que no se aparten todas las fechas, todos los fines de semana de todo el año están destinados a bodas; nosotros proponemos que haya actividades culturales abiertas al público, gratuito, que no se imponga el criterio de ganancia por el servicio social.
Para los eventos sociales, comentó que la propuesta es que se cobre más “ahora es una parte del alquiler, pero la mayor parte de la ganancia va al toldo, infraestructura, los demás servicios, nosotros proponemos que se invierta de los mismos eventos sociales para una estructura diseñada especialmente, ecológica, acorde con el concepto de jardín, muy elegante, muy vistosa, que se almacenara ahí mismo”.
Nosotros proponemos una estructura diseñada y controlada por el gobierno de Oaxaca para que ya se les ofrezca todo el paquete.
En breve, dijo, buscarán presentar esta propuesta a las autoridades y explicarles, como ya lo hicieron con el gobernador Salomón Jara, cuáles son las condiciones en que opera el Jardín.
“Nosotros, con el apoyo del Conacyt que está abrieron plazas, estamos dignificando al personal, pero estamos muy castigados presupuestalmente, después de 25 años no tenemos ninguna prestación, ni seguro médico, nada, los contratos se hacen cada dos, tres meses, si bien nos va”.
El trato, consideró, debiera ser más equitativo y justo para destinar recursos a la conservación del Jardín, a las reparaciones, pues hay, por ejemplo, lámparas que no han podido ser reparadas.
Destacó que el Jardín es autosustentable en cuanto a la generación de energía y a la captación de agua, pues la cisterna almacena hasta un millón 300 mil litros y la energía que generan las celdas solares genera más de lo que consumen.
Rechazó que este espacio se esté privatizando y sea solo para personas con un alto nivel adquisitivo “no, no es solo para los ricos, recibimos grupos que vienen de comunidades, niñas, niños a quienes les orientamos en el cuidado y conservación del ambiente”.
Administrativamente, explicó, el Jardín depende de la secretaría de Administración, pero su operación, de la oficina de eventos que oferta el servicio de bodas y la desvinculación es tal, que en ocasiones ni siquiera saben quiénes o cuándo utilizarán el espacio.
Es importante, añadió, que las personas sepan que la dirección del Jardín “no es quien hace las bodas, no es quien cobra las bodas, no nos beneficiamos de nada, al contrario, nosotros hemos pedido que regulen el ruido, la forma en que ingresan los proveedores, los camiones en las banquetas, un sinfín de detalles”.