Economía en sentido contrario: Banamex
CIUDAD DE MÉXICO, 6 de octubre de 2020.- En menos de una semana Morena estrenará dirigencia nacional.
Este jueves, tres casas encuestadoras terminarán de consultar a militantes y simpatizantes del partido en el poder. Todo conforme estaba previsto.
A partir del día de “la raza”, 12 de octubre, Morena será presidida o por Mario Delgado, o por Porfirio Muñoz Ledo, o Yeidckol Polevnsky, y la Secretaría General irá para alguna o alguno de los trece aspirantes inscritos. Si la presidencia recae en un varón entonces la número dos deberá ser una mujer y viceversa.
La encuesta no se cayó. El tribunal electoral votó por unanimidad a favor del método de renovación que había ordenado inicialmente. Los gritos y sombrerazos porque el TRIFE tiraría la encuesta y consolidaría a Alfonso Ramírez Cuellar como interino, hasta después del 6 de junio del 21, son anécdota.
¿Pudo más la furia de los suspirantes, quienes acusaron “complot” del TRIFE? ¿Sucumbió el TRIFE a la tentación de Mario Delgado, afín a Marcelo Ebrard o del intenso Muñoz Ledo o de Yeidckol, todos, adversos al proyecto político de la “consentida” de Palacio, Claudia Sheinbaum?
¿Al TRIFE lo ablandaron las mañaneras con línea, o la filtración del fin de semana sobre la cancelación de las encuestas?
Lo cierto es que Morena se juega más que un cambio de rostros. En disputa está la bolsa económica más grande entre los partidos políticos, 2 mil 200 millones de pesos el próximo año y la capacidad de tejer redes y compromisos a favor de los proyectos presidenciales más claros en ese oscuro partido, precisamente el de Marcelo Ebrard y el de Claudia Sheinbaum.