Ignacio Ovalle: ningún cargo público, pero sí protección
CIUDAD DE MÉXICO, 31 de julio de 2020.- No siempre quien la hace la paga. Aunque para la ley todos seamos iguales, siempre hay unos más iguales que otros.
Basta comparar las historias penales de Rosario Robles y Emilio Lozoya para confirmar este razonamiento cínico.
1. Rosario es acusada de ejercicio indebido del servicio público por omisión, delito no grave que no amerita prisión preventiva; después de casi un año encarcelada aún no se le ha podido comprobar.
2. Lozoya es acusado de delincuencia organizada, cohecho y operaciones con recursos ilícitos, crímenes graves que sí ameritan prisión preventiva oficiosa, de acuerdo con el articulo 19 constitucional.
3. Lozoya esta hospedado en la suite de un hospital de lujo; Rosario en una mazmorra.
4. A Rosario la vincularon a proceso con pruebas falsas. A Emilio pretenden acusarlo solamente de cohecho.
5. Rosario no recibió sobornos; Lozoya, sí.
6. Rosario es exhibida como un trofeo del combate a la corrupción. Lozoya como un testigo colaborador, con beneficios e impunidad pactada.
7. Rosario es víctima de una venganza política; Lozoya beneficiario de una conveniencia política.
8. Rosario fue echada a los leones; Lozoya disfruta como el dueño del circo. Ahora, juzgue usted mismo si es verdad que hay unos más iguales que otros.