¿A quién corresponde defender?
CIUDAD DE MÉXICO, 28 de enero de 2021.- En México, la crisis de salud agudiza la crisis económica y trae consigo una crisis social.
Como en el huevo y la gallina, no sabemos cuál fue primero.
Lo que sí tenemos claro es que la actividad económica en general no ha detenido.
Ayer, restauranteros de la CDMX y del país exigieron su derecho a laborar.
Hoy, el sector privado anuncia que sus centros educativos abrirán puertas la semana entrante.
Lo propio hacen otros sectores productivos.
Mañana, ¿Quién alzará la voz?
La pandemia mantiene en resguardo al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y a algunos miembros de su gabinete.
Al empresario Carlos Slim, considerado el hombre más rico de México y el 21 en el mundo (es dueño de Banca Inbursa, Grupo Carso (Sanborns, Condumex…) América Móvil (Teléfonos de México (Telmex), Teléfonos de Noroeste (Telnor) y Telcel), de constructoras…
Al Arzobispo Primado de México (emérito) Norberto Rivera Carrera.
Al secretario de Gobierno de CDMX, Alfonso Suárez del Real (Avelino Méndez quien fuera subsecretario, murió a consecuencia de la maldita enfermedad)
Por la pandemia, la Regenta, Claudia Sheinbaum se aísla a cada rato.
Hugo López-Gatell, encargado de combatir ese mal, recién reconoció que las cifras reportadas por las autoridades han sido incompletas.
Reportes no gubernamentales sitúan a México es el decimotercer país en cuanto a contagios (1,806.849) y el cuarto, por número de muertes (153,639) por debajo de Estados Unidos, Brasil y la India.
Según se sabe, la mayoría perdió la vida antes de cumplir 50 años de edad.
El primer contagio y muerte en nuestro país ocurrió hace exactamente un año.
Hoy, el coronavirus es la segunda causa de muerte y podría convertirse en la principal, por arriba de las enfermedades del corazón.
A los problemas de salud y de la economía agregue usted los de inseguridad.
Durante el gobierno de morena la campaña de vacunación ha sido lenta.
No conocemos un Plan para ayudar a las familias de bajos ingresos a pagar, por lo menos, el alquiler de su vivienda o los servicios de agua, luz y predial.
La vida sigue, la población crece. El dinero escasea. Las protestas avanzan