Coahuila y la paz
CIUDAD DE MÉXICO, 17 de septiembre de 2020.- Sin escuchas que lo aclamaran, el presidente lanzó vivas a los héroes de la Independencia, a la libertad, la igualdad y la fraternidad universal.
En un México dividido, agobiado por la pandemia y las crisis económica y social, se pronunció por “el amor al prójimo”.
Fue el séptimo grito del activista Andrés Manuel, del líder moral del partido Morena, del presidente legítimo y del Presidente Constitucional a la vez.
Ni un alma que lo escuchara en la gran plaza, salvo el personal militar que lo cuida y protege a toda hora.
El del miércoles 15 fue el segundo grito clasificado por las autoridades como de transición (con Vicente Fox el gobierno pasó del PRI al PAN; con López Obrador, el PAN cedió el poder a Morena).
El presidente gritó casi como Don Miguel Hidalgo, en los años 2007, 2008, 2010, 2011, 2015 y 2019.
El predicador de una iglesia contraria a la católica universal emitió 20 vivas a los héroes patrios: Miguel Hidalgo, José María Morelos y Pavón, Josefa Ortiz, Ignacio Allende y Leona Vicario, pero no incluyó a Vicente Guerrero, sucesor de Morelos, el Siervo de la Nación, en la lucha independentista por los caminos del sur.
Por cierto, un tweet de la secretaría de Energía (SENER) a la letra dice: “Soy Ciervo de la nación porque…”
A quien sí avaló Obrador fue a la democracia y a la esperanza en el porvenir; al heroico pueblo de México, a las comunidades indígenas y, a la grandeza cultural de México.
El Jefe del Estado mexicano estuvo acompañado de la señora Beatriz Gutiérrez, quien a los cuatro vientos asegura que ya no hay primera dama pero cada vez que puede actúa como tal, disfruta la guardia presidencial dondequiera que va y cobra miles de pesos como investigadora titular.
En redes sociales, la no primera dama fue criticada por el vestido blanco que lució la noche del grito.
La prenda (flores y mariposas bordadas en la parte superior) es creación de Luciana Corres. Por la combinación de colores, en redes sociales lo asociaron a un flan; a un choco flan.
Los gobiernos municipales y de los estados optaron por una celebración virtual, por la pandemia, pero Obrador quiso grito, honores militares, fuegos pirotécnicos, rifar su avión, encender la llama de la esperanza y todo lo que satisficiera su ego.
Atrás dejaba millones de desempleados, más de 676 mil contagios, cerca de 72 mil muertes…
Este miércoles 16 el presidente tardó en izar la bandera monumental y en recibir honores militares porque no atinaba a pushear el botón rojo que elevaría el lábaro patrio en la Plaza de la Constitución.
El presidente nunca hace el saludo militar, no usa guantes ni cubre boca, menos careta protectora.
Doña Beatriz saluda de corazón.
Para la Betty y don Obrador, la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno nacionales son letra muerta.
Ambos personajes disfrutaron del espectáculo aéreo.
“Aiga sido como aiga sido”, el número de contagios previstos para esta semana de fiestas patrias aumentará conforme pasen las horas.
Al tiempo.
Mail: [email protected]