
De la misma manada
OAXACA, Oax. 24 de mayo de 2021.- Son alarmantes las escenas donde, se repiten todo tipo de actos violentos. Por la época de campañas, se ha descuidado el récord de las muertes y agresiones a mujeres en el estado y no se diga en el país, las acciones de violencia crecen en contra de actores políticos y se va demostrando la complicidad de políticos con el crimen organizado.
No solo hay delincuentes de cuello blanco, los hay ya, de todo tipo, burdos y violentos. Con solo un poco de poder, se muestran en total perspectiva de lo que son, actores locales con participación electoral en sus localidades han mostrado a últimas fechas de lo que son capaz para mantener el poder en sus Municipios.
Ejemplos en nuestro estado sobran, lo dramático del caso es que todos tienen un hilo en común y este, no es su estilo; tampoco lo es el nexo común que podrían evidenciar. Con el mismo o distinto nexo, todos los casos para saber los orígenes de sus haberes patrimoniales y consecuente poder, penden de un gran desvarío por el dinero que no es suyo, que se traduce en un esquema perverso de desviación de recurso público o, de un financiamiento con recursos no lícitos, venidos del lavado de dinero, de sus relaciones con poderes fácticos, que se dedican a la extorsión, el secuestro, la venta de estupefacientes, etcétera, ese es el problema. Hay comunidades que ya percibieron este fenómeno y tratan de liberarse de ese lastre que está haciendo estirpes al estilo de los Reyes de la película “El Infierno”.
Sin embargo, la empresa es enorme, mientras desde palacio nacional se solape a quien sea mientras no le estorben, los casos como Valle de Bravo en el Estado de México, Nochixtlán en Oaxaca, Cajeme en Sonora son muestra de la escalada violenta de las zonas de corrupción o vinculación con el crimen organizado.
En nuestro estado, las campañas ya están evidenciando a los presidentes municipales que tienen sus territorios en el abandono, pero traen una excesiva e insultante campaña; se empieza a dar fe de compras de votos hasta con cinco mil pesos, despidos a trabajadores, amenazas de clausuras de pequeños comercios, uso de la policía municipal para amedrentar contrincantes y toda clase de triquiñuelas que hacen evidente y palpable los nexos económicos y de poderes activos de que gozan.