Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
CIUDAD DE MÉXICO, 26 de abril de 2021.- Acontecimientos que desfiguran la personalidad de al menos dos candidatos, ocurrieron en esta semana. El primero, en Zacatecas y el segundo, en la Ciudad de México con actores del estado de Puebla. Los actos son juzgados por quienes quieran hacerlo, calificarlos es demasiado compromiso cuando la calidad humana pende de un hilo. En todo caso, en esta época de campañas, igual serán sustantivos de proselitismo.
A muchos personajes se les olvida que, en este mundo globalizado, un alto porcentaje de la sociedad incluidos, niños, cuentan con un teléfono inteligente, 88.1% en 2019 de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH). Este dato debían tenerlo muy presentes los candidatos y personas de sus equipos ya que, está totalmente perfilado que, con una cámara de video en la mano, la casa del jabonero está lista para todo quien no corrija sus actos personales y se aleje de tentaciones que afecten los derechos y personalidad de los ciudadanos.
En esta civilización de las redes sociales y la tecnología, sólo hay de una para no ser “arruinado”, diría el Diputado que desistió de su candidatura para ser reelecto por el Distrito 11 del estado de Puebla; asumes a cabalidad las reglas del respeto y positividad de los principios de igualdad, lealtad, etcétera o en algún momento la condición humana de todos a tu alrededor y la condición humana propia, dejarán en la vida pública, no sólo en detrimento propio sino también en agravio y escarnio de la víctima, los actos que se cometan.
Sobre esto de las conductas humanas, concretamente, de las que los políticos debemos atender con principios, Fernando Savater; en sus “Siete pecados capitales nos deja la reflexión: ¿Siguen siendo los pecados capitales una referencia para el orden moral contemporáneo? ¿Son la soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia o la pereza conceptos sólidos frente a los nuevos modelos de comportamiento social dominantes?
En fin, líneas que sólo son fundamentos.