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Crece la guerra tecnológica por el dominio de la Inteligencia Artificial
OAXACA, Oax. 11 de octubre de 2021.- Hace unos días, por la ruta de la carretera a Oaxaca en los rumbos Santa Rosa se difundió los acontecimientos dolorosos de un fatídico accidente, en una motocicleta viajaban cuatro personas, dos adultos un joven y un bebé fueron alcanzados por el conductor de un vehículo compacto conducido por una persona con edad considerada como adulto mayor. El saldo, lamentable enjuiciamiento para el conductor del vehículo y una familia enlutada, quienes viajaban en la motocicleta.
Por los inicios del año 2019, el Congreso del estado aprobó que la Secretaría de Movilidad del estado atendiera que en una motocicleta no viajaran más de dos pasajeros y que pusieran énfasis en la prohibición de transportar a menores de edad en esos automotores, por aquellas fechas ocurrieron en el estado sendos accidentes, donde los protagonistas fueron usuarios de motocicletas.
A tres años de esa determinación legal, siguen ocurriendo lamentables accidentes de este tipo, como el acontecido y referido al inicio de este texto. La razón de este comentario es atención a que, las conductas que nos llevan a vivir situaciones de riesgos, se originan desde las negativas a no corregir actos tan sencillos que tienen dos aristas, una la del ciudadano a quien poco le interesa respetar normas y menos le ocupa tomar previsiones responsables y la de la autoridad que, genera con posiciones permisivas y corrupción que, nadie atienda normas de convivencia en este sentido.
Usted, amable lector, ¿ha vivido alguna situación con experiencia nada agradable por el transitar de las calles de su ciudad, en su comunidad, o por donde haya estado de visita alguna vez? ¿Se ha visto con conductores circulando en sentido contrario a la determinación gráfica? ¿Con vehículos estacionados de manera incorrecta, en doble y hasta en triple fila? ¿prestadores del servicio público abusando del poder de sus organizaciones para gozar de impunidad? ¿cuántas circunstancias más podríamos seguir citando? gran variedad de ellas, sin lugar a dudas. De verdad, cuando se encuentra uno en la vida, con accidentes de esta naturaleza estas reflexiones deben asaltar el cociente de todos.
Qué agravia circular por ejemplo, en el carril de baja o a la derecha cuando conduces un camión de carga o si lo haces en un auto a baja velocidad. Qué difícil es dejar de conducir con menores de edad en los brazos o con la mascota en las piernas.
Hay excesos que las autoridades se permiten, verbigracia, dejar de quitar autos, basura, escombros, etcétera, que obstruyen la circulación. O los pactos de inmunidad e impunidad que conceden a los sindicatos de transportistas y prestadores del servicio público de trasporte. Así de grave puede ser todo lo que envuelve un accidente de vehículos en donde lo peor es lo que seguirá ocurriendo a pesar de la existencia de normas legales para conducir con el debido respeto a los derechos de la ciudad, en materia de movilidad.