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OAXACA, Oax. 26 de agosto de 2021.- El máximo exponente del paisajismo decimonónico, José María Velasco es reconocido por los especialistas del arte como un arquitecto del aire.
En su 109 aniversario luctuoso este 26 de agosto, permanece vivo su legado ya que hizo del paisaje mexicano el motivo de su pintura y símbolo de la identidad nacional.
Entre sus obras destaca Valle de Oaxaca que pintó en 1887 y que se ha convertido en una imagen icónica para los habitantes de este lugar.
También destacan sus cuadros Valle de México desde el cerro de Santa Isabel de 1887 también y el de Cañada de Metlac que pintó en 1897.
Es uno de los 10 artistas mexicanos cuya obra está catalogada como Monumento artístico de la nación y de quien Diego Rivera, quien fue su alumno, dijo que era “el creador de un mundo plástico nuevo, el pintor por excelencia”.
Pero su influencia no fue solo en México, sino que a la plástica mexicana la impulsó hacia un sitio prominente en el arte universal.
Originario de Temascalcingo, Estado de México, José María Velasco estudió en la academia de Bellas Artes de San Carlos y a los 18 años fue nombrado profesor de perspectiva en la Escuela Nacional de Bellas Artes y 4 años después le dieron la plaza de profesor de paisaje; su labor de docente la realizó durante 40 años.
Su legado consta de unas 300 pinturas al óleo, además de acuarelas, litografías y pinturas en miniatura.
Octavio Paz escribió: “El equilibrio, la sobriedad arquitectónica, los ritmos austeros recuerdan la precisión de ciertos poemas mexicanos. Si Velasco hubiera sido poeta, su forma predilecta habría sido el soneto. Sus paisajes poseen el mismo rigor, la misma arquitectura desolada y nítida…”