Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
CIUDAD DE MÉXICO, 1 de marzo de 2019.- Mucho se habló en estos días de la lamentable lesión de ZionWilliamson, jugador de basquetbol colegial en Estados Unidos, y muchos se habló también porque el patrocinador principal de este jugador es la marca Nike que en diversosaspectos del deporte ha promovido de manera especial a personajes que han marcado la diferencia tanto dentro como fuera del área de competición.
Esta coyuntura por supuesto que fue aprovechada por algunos competidores de la marca y también por el público en general, realizando diversas comparaciones, burlas (incluidos los llamados memes), pero también generando incluso una pérdida en la economía de la propia marca que cayó de la bolsa de valores un porcentaje considerable.
Pero más allá del marketing pareciera que con este bombardeo nos hacen creer que las zapatillas deportivas son los que ayudan al basquetbolista a romper los récords cuando la realidad es que el ser humano en su desarrollo día con día va rompiendo marcas no sólo adentro de la duela o los campos del deporte sino también en los sociales,culturales políticos y demás.
En muchas ocasiones este romper de barreras diversas no requiere el apoyo de una marca y ni siquiera están los reflectores como los tuvo y tiene Williamson; lo cierto es que el valor de la marca es importante, pero como todo en la vida, si el apoyo llega cuando más lo necesitas, es inolvidable.
En ocasiones cuando jugadores van comenzando su carrera, se acercan a las grandes marcas para buscar un patrocinio, labor nada fácil también para los cazadores de estrellas, pues cada vez el mundo deportivo es más exigente y competitivo.
Por ello tanto de uno como del otro lado se llegan a cometer errores y aciertos diversos, ejemplo de ello son jugadores mexicanos que decidieron desde el inicio de sus carreras adoptar y seguir con la marca que confió en ellos desde sus primeras victorias, esa marca, a veces local, que les tendió la mano por primera vez, hasta por supuesto cuando llegaron a una selección nacional. Es una apuesta donde como en toda apuesta se gana y se pierde.
Pero lo importante es que esos jugadores, y muchos tantos otros que nunca tienen contacto con las grandes marcas pero sí logran construir una historia y una trayectoria propia, hacen grandes a las marcas y no al revés. Michael Jordan, el mejor jugador de la historia de la NBA, ya era Michael Jordan antes de tener los tenis Nike Air preparados en exclusiva para él.
Zion Williamson seguirán rompiendo no sólo zapatillas deportivas sino récords dentro de la duela, será seguramente un fenómeno en la NBA y será él quien haga vibrar las gradas, y no la marca que lo calza.
No olvidemos que todavía hay muchos deportistas que en altos niveles, incluso por ejemplo en algunos maratones se puede ver, competiesen calzado alguno, solamente con la fuerza de sus pisadas para cruzar la meta y sentirse plenos; y de paso demostrarnos que el ser humano sigue siendo por encima de cualquier marca y de cualquier tecnología quien hace que en este mundo se sigan rompiendo marcas tanto adentro del terreno de juego como en la vida cotidiana. Y eso es un triunfo siempre.
@rvargaspasaye
Fuente: SentidOComún