La Constitución de 1854 y la crisis de México
LA X EN LA FRENTE
En Oaxaca tenemos un rezago de 400 juicios de paternidad que no se han resuelto. ¿La causa? La tardanza en la realización de las pruebas genéticas que son las idóneas para determinar con altísimo grado de fiabilidad, quién es el padre de una persona.
Hasta ahora en Oaxaca, los jueces estaban a expensas de la Fiscalía al ser la única instancia con la tecnología para realizar esas pruebas.
A la carga propia, la FGEO tenía que sumar la carga del Poder Judicial. Por eso es un hecho histórico el inicio de operaciones del Laboratorio de Genética Molecular del Poder Judicial de Oaxaca, que es el segundo en el país de su tipo.
En sus instalaciones estuvimos el pasado martes acompañando al Gobernador, al Presidente de nuestro Tribunal Superior de Justicia y a las juezas y jueces de Oaxaca.
Y es que las pruebas genéticas juegan un papel fundamental en la conformación del derecho humano a la identidad personal que va más allá de los caracteres físicos e internos que individualiza al ser humano y lo hacen diferente a cualquier otra persona.
El derecho a la identidad tiene que ver con la imagen propia de la persona, y esa imagen propia está determinada por el conocimiento de sus orígenes biológicos.
Todas y todos tenemos derecho a saber de dónde venimos. Ese es un punto de apoyo de la propia estima y el sustrato de la dignidad, que está en el centro de la teoría de los derechos humanos.
Y partiendo de ahí se abre la puerta a una serie de consecuencias jurídicas que tienen que ver con la filiación, como por ejemplo el derecho a recibir pensión alimenticia y a heredar.
Esos 400 expedientes de rezago son 400 historias de vida que penden de la incertidumbre, de la duda, de la falta de certeza. Son 400 expedientes que tienen que empezar a salir ya.
Aquí el interés superior de la niñez y los derechos de mujeres madres de familia que han sido madre y padre a la vez, pasa de la palabra a los hechos, porque ningún niño debe tener duda sobre su origen, ni sobre los derechos que le corresponden para satisfacer sus necesidades materiales.
Estos son los sucesos que empujan el cambio de la historia y poco a poco, en la conciencia colectiva, se instauran las paternidades responsables como aspiración y como modelo a conseguir.
Cada vez más madres, infancias y adolescencias cobran conciencia de lo que en justicia les corresponde y cada vez más lo exigen por la vía jurisdiccional.
Esas 400 preguntas que están esperando respuesta van a recibirla más temprano que tarde. *Magistrado de la Sala Constitucional y Cuarta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de
Oaxaca