Y ahora ¿qué hacemos con Trump?
MORELIA, Mich., 20 de octubre.-El procurador de Justicia de Michoacán, José Martín Godoy Castro, informó que el ataque a la alcaldía de Buenavista Tomatlán por presuntos delincuentes fue turnado a las autoridades federales.
No hay que olvidar que en la entidad son tan comunes las manifestaciones que hasta los malosos protestan por la presencia de fuerzas de seguridad federal.
El funcionario estatal comentó que los altos índices de violencia en Zamora, Sahuayo y Tierra Caliente son producto de “pleitos” entre grupos locales que son movidos por la delincuencia organizada, que se disputan las plazas.
El procurador dijo que la gente se equivoca al señalar que la violencia la genera el Estado, y no es así, la violencia la ejercen los delincuentes.
Tiene razón, pero el Estado-Nación está obligado a garantizar seguridad, y van más de tres décadas que los gobiernos se olvidaron de su razón de ser, incluso en por lo menos los tres últimos lustres, las autoridades hicieron oídos sordos ante la complejidad del crimen organizo, muchos elementos de seguridad de los tres órdenes de gobierno se involucraron.
Por más que se pretenda una autoridad justificarse, no debe ser así. Para todo somos muy agringados, por lo menos deberíamos de aprender que allá, del otro lado, al menos en las películas, la autoridad que no cumple con su obligación es obligada a renunciar.
Aquí hay situaciones más graves, por ejemplo los grupos y líderes del crimen que mantienen en jaque a regiones como Zamora y Tierra Caliente, fueron parte de las autodefensas y policías rurales que en su momento respaldó el propio gobierno a través del comisionado Alfredo Castillo.
Lo único que le queda a las instituciones de seguridad es afrontar los retos y buscar que en el corto plazo se resuelvan los problemas de seguridad, porque es mucha la inversión y son muchos los elementos para poder contener el crimen, así que no hay justificación.
Fuente: Quadratín Debate