Exhiben multipremiada cinta La Soledad de María Conchita Díaz en FIC
OAXACA, Oax. 14 de octubre de 2018.- Maestra y tía buenas tardes:
He reflexionado mucho es nuestra plática de ayer.
Fue de encrucijadas y paradigmas.
Me ha llamado siempre la atención, el llamado del cosmos.
Lo resumiría en breve. El amor, la transformación, el éxito y la pérdida.
Recuerdo con pasión las actitudes y pensamientos de mi iluminado maestro Kafka. El de «El Proceso».
En seguida unas líneas de él. Y una muñeca. Al final, también es una historia de amor.
La historia de Kafka y la Muñeca.
Fuente: Kafka y la Muñeca… la omnipresencia de la pérdida
Un año antes de su muerte, Franz Kafka vivió una experiencia muy insólita. Paseando por el parque Steglitz, en Berlín, encontró a una niña llorando desconsolada: había perdido su muñeca.
Kafka se ofreció a ayudar a buscar a la muñeca y se dispuso a reunirse con ella al día siguiente en el mismo lugar.
Incapaz de encontrar a la muñeca compuso una carta “escrita” por la muñeca y se la leyó cuando se reencontraron:
– “Por favor no me llores, he salido de viaje para ver el mundo. Te voy a escribir sobre mis aventuras …“- Este fue el comienzo de muchas cartas.
Cuando él y la niña se reunían, él le leía estas cartas cuidadosamente compuestas de aventuras imaginarias sobre la querida muñeca . La niña fue consolada. Cuando las reuniones llegaron a su fin, Kafka le regaló una muñeca. Ella obviamente se veía diferente de la muñeca original . Una carta adjunta explicó:
-» mis viajes me han cambiado … » –
Muchos años más tarde, la chica ahora crecida, encontró una carta metida en una grieta desapercibida dentro de la muñeca. En resumen, decía:
– «Cada cosa que amas, es muy probable que la pierdas, pero al final, el amor volverá de una forma diferente»- .
Con afecto:
Arturo.