Economía en sentido contrario: Banamex
El incidente de la botella con agua lanzada al presidente de México (quien sostiene que al término de su periodo se irá a su rancho) hecho acontecido en el estado de Veracruz, trae a mi memoria un evento similar ocurrido en nuestra ciudad de Oaxaca en el año de 1989.
Sin recordar la fecha, el entonces presidente Salinas de Gortari visitó Oaxaca a escasos meses de haber asumido el cargo.
Era acompañado por el entonces gobernador Heladio Ramírez López y en la entrada al Palacio de Gobierno, de entre el tumulto que gritaba ¡fraude! y usurpador a Salinas, veloz voló el proyectil que por poco impacta la cara del presidente.
Hechos muy similares estas dos anécdotas, al actual presidente le sucede cuando su periodo está a días de concluir y a Salinas cuando tenía pocos meses de iniciado su periodo.
La popularidad de Salinas aumentó al paso de los días al frente de su gobierno y al actual, con la popularidad de la que dicen goza es inexplicable lo ocurrido.
Otro rasgo de comparación, se da en la actitud de los dos mandatarios, Salinas caminó rápido hacia el interior del Palacio de Gobierno y el actual asumió la decisión de no entrar al lugar al que iba y se paseó frente a los manifestantes levantando los brazos.
En aquella época, 1989, quien lanzó el proyectil se retiró sin mayor problema del lugar al término de la protesta. Ahora en tiempo real, ya fue identificada la persona que arrojó la botella con agua.
Cuatro presidentes entre Carlos Salinas y Andrés Manuel, casi treinta años entre un evento y otro, circunstancias distintas pero el hecho equivocado de la agresión volvió a aparecer.
Salinas fue presidente en medio del proceso electoral en segundo lugar más viciado de la historia (el primer lugar más viciado es el de este año) y a eso se debía su impopularidad, del actual con toda la parafernalia de su retórica se la ganó a pulso, a eso agregue las dosis de odio diario que lo hacen presa de sus poses y arrebatos de poder.
Nada justifica la agresión pero, ¿qué pensarán del hecho de Veracruz, los padres de los normalistas de Guerrero? ¿Y los padres de niños con cáncer? Solo por citar dos causas con ciudadanos afectados y sin solución a sus demandas. En verdad la carga de errores del actual presidente, tenía que llegar al grado de mostrar la impotencia de sectores de la sociedad que ya no ven otra alternativa ante un gobernante que no ve, no oye, no siente y menos es humano.
De cualquier forma, la botella dirigida al presidente evidencia que la polarización que el mismo orienta desde su discurso ya tiene una penetración que ve cómo los delincuentes son protegidos y la sociedad sigue con salarios que no alcanzan para cubrir las necesidades básicas en casa.