Una manera de autocuidado es nombrar lo que sentimos: Iveth Luna Flores
OAXACA, Oax., 15 de febrero de 2020.- Para la neurobiología del amor, desde neurotransmisores como la dopamina, adrenalina, así como hormonas y feromonas, todo cuenta para explicar qué es ese sentimiento tan profundo y poderoso en los seres humanos.
La neurobiología –estudio de las células del sistema nervioso y la organización de estas en redes y órganos, que forman la base esencial del comportamiento humano- explica que el amor es un proceso neurológico que se produce en el cerebro e implica varias hormonas, especialmente la oxitocina y la vasopresina.
Para la ciencia, las llamadas mariposas en el estómago son contracciones de los intestinos, es decir, una reacción fisiológica a situaciones de estrés. Algo así como encontrarse en una oscura a un león, entonces el cuerpo libera adrenalina para alertarnos, el corazón se agita y la sangre del estómago se desplaza hacia los músculos.
De ahí que para el cómico estadunidense Julius Henry Marx , conocido como Groucho Marx y por ser parte de los hermanos Marx, dijera que “lo malo del amor es que muchos lo confunden con la gastritis”.
Pero, ¿podría la ciencia explicar el espíritu de las emociones de los poemas?, como el caso de la escritora mexicana Mónica Lavín, Punto y coma: “Sedúceme con tus comas, con tus caricias espaciadas, tu aliento respirable y tus atrevimientos continuos”.
Que tal Táctica y estrategia de Mario Benedetti: “Mi táctica es mirarte, aprender como sos, quererte como sos, hablarte y escucharte construir con palabras un puente indestructible”.
Así como explicar científicamente el poema Tus ojos, del inolvidable poeta, ensayista, dramaturgo y diplomático mexicano, Octavio Paz, ganador del premio Nobel de literatura en 1990, que dice: “Tus ojos son la patria del relámpago y de la lágrima, silencio que habla, tempestades sin viento, mar sin olas, pájaros presos, doradas fieras adormecías, topacios impíos como la verdad”.
Asimismo, cómo someter al análisis de la ciencia Me gustas cuando calles del escritor chileno Pablo Neruda: “Me gustas cuando callas porque estás como ausente, y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. Parece que los ojos se te hubieran volado y parece que un beso te cerrara la boca”.