Economía en sentido contrario: Banamex
De siempre México y Estados Unidos han sido codependientes, mucho más de lo que se piensa y dice. No todo es producto del entendimiento entre las autoridades, sobre todo, para un vecino cuya poderosa economía vuelve a sus gobiernos y sus representantes legislativos subordinados de los intereses económicos, evidente en el financiamiento de campañas y en sus posturas y definición de prioridades.
Un factor crucial para el país vecino y en menor medida para Canadá ha sido la migración legal e ilegal. La competitividad de ambas economías y sus fortalezas no se entienden sin la significativa presencia de una fuerza laboral con destacada presencia de migrantes. Hay que dar una vista a la norma 1 en las 10 Reglas de las Naciones Exitosas de Ruchir Sharma para entender lo que la migración representa para EU.
Sin embargo, que los flujos migratorios sean crecientes, ilegales y desordenados ha creado presiones mayores al aparato político. El populismo norteamericano se alimenta de la frustración de muchos trabajadores nativos por sentirse afectados en su ingreso y estabilidad laboral, no todo imputable a la migración ni al traslado de plantas al extranjero; la automatización ha cobrado impacto, así como la transformación estructural de la economía norteamericana y la del mundo. Pero en el imaginario popular el señalamiento causal de las dificultades se ha remitido a la migración ilegal.
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