Que los libros regresen para que sean leídos por otros ojos: Rivera Garza
Raquel Martínez-Gómez narra la extraordinaria vida de Alberto Ruz Lhuillier, descubridor de la tumba de Pakal el Grande en Palenque, mientras deambula por las ruinas de su propia orfandad de la mano de Claudio Ruz, hijo de Alberto, con quien comparte la desolación de haber perdido a su padre demasiado pronto |
La novela está compuesta por tres territorios que se entrecruzan. El primero relata, desde su lecho de muerte, la vida del arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier, nacido en París en 1906 y naturalizado mexicano. Su niñez y adolescencia en la Francia de la Primera Guerra Mundial; la juventud en La Habana, donde combate la dictadura de Machado y acompaña la revolución de los cien días; la unión con la también comprometida Calixta Guiteras (hermana del líder estudiantil Antonio Guiteras); su exilio mexicano, acogido por el presidente Lázaro Cárdenas; su formación como arqueólogo; la vocación investigadora y el amor por la ciencia; la resistencia a los poderes locales de Yucatán evitando banalizar el conocimiento indígena; la defensa del patrimonio material e inmaterial maya; sus temores en medio de la matanza de Tlatelolco; la labor como director del Centro de Estudios Mayas de la UNAM o del Museo de Antropología de Ciudad de México. Todas estas teselas constituyen el cuadro de una vida excepcional (con sus contradicciones) sometida a esa mirada calidoscópica que la literatura ofrece. Desde la autoficción, el segundo territorio está habitado por Claudio Ruz, hijo del arqueólogo, y la propia escritora. Su encuentro en Lisboa desencadena una amistad, un tanto ambigua, que tiene como leitmotiv la construcción de la novela. El último territorio va dejando ver los andamios de la propia obra: sus planos, sus decisiones, su alzado, sus vanos, sus vacíos y posibilidades de derrumbe. La máscara del rey maya está disponible en México, Centroamérica y Estados Unidos en formato físico y digital (ebook y audiolibro). |
Conoce más sobre «La máscara del rey maya»: |
FRAGMENTO: «DESCENSO A LA REGIÓN DE XILBABÁ Montreal-Palenque, agosto de 1979 No le extrañó que en un momento como ese hubiera querido regresar a Palenque, lugar de tantas alegrías. Después de almorzar se había echado a descansar un rato en la cama del hotel, interpelado por los cambios que silenciosamente estaba sufriendo su organismo. Era una costum¬bre que había dejado de lado durante esas vacaciones familiares. Sentía un agotamiento inusual. A los pocos minutos, un golpe frío lo paralizó por completo. La claridad cedió ante la incertidumbre de la confusión. Ni siquiera pudo contestar a Celia cuando le preguntó qué le ocu¬rría. La dificultad para respirar le impidió articular palabras; el dolor anuló la lucidez. Percibió que ella estaba lejos, en un lugar al que él ya no tenía acceso. […] De nuevo en la habitación del hotel Hyatt Regency de Montreal, muy cerca de la Square-Victoria, las dificultades para respirar se agravaron. Su conciencia no le dejó permanecer allí mucho rato y, respondiendo a una extraña razón que todavía no llegaba a entender, sintió que descendía por el interior de la pirámide del Templo de las Inscripciones hacia la cripta funeraria de Uaxac Ahau. Ese nombre calendárico estaba labrado en el costado de la lápida. El latido de su corazón, amplificado por el encierro, se hacía cada vez más lento. No le extrañó que en un momento como ese hubiera querido regresar al sitio arqueológico de Palenque. Había recorrido ese espacio veintisiete años atrás, cuando abrió un pasadizo que había permanecido cerrado más de doce siglos. Antes de remover el material de relleno hubo que ganar terreno suficiente a la selva, proceder al desmonte alrededor de la pirámide, trabajar sin tregua, hincharse de curiosidad. Transcurrieron cuatro años para poder iniciar ese descenso que aguardaba bajo los escombros y esclarecer un misterio que aportó entendimiento y luz del antiguo mundo maya. Ahora, con la respiración encogida, Alberto se adentraba otra vez por los peldaños que él mismo había pedido destapar y se daba cuenta de que no servía saltarse etapas, que todo llegaba a su debido tiempo, hasta la muerte. Lo veía lúcidamente como una metáfora de su vida.» |
Raquel Martínez-Gómez Nació en La Mancha, España. Su novela más reciente es La máscara del rey maya (Planeta, 2023). Sombras de unicornio fue galardonada con el European Union Prize for Literature (EUPL, 2010) y el Premio Ateneo de Sevilla (2007). Los huecos de la memoria con el Premio de Novela Histórica Antonio García Cubas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en 2018. Ceniza de ombú fue publicada en Uruguay (2017) y está siendo publicada por capítulos en Meer. Del color de la lava ganó el Premio Ciudad de Móstoles (2002). Es doctora en Relaciones Internacionales (Universidad Complutense de Madrid) y Máster en Literatura Moderna y Contemporánea, Cultura y Pensamiento por la Universidad de Sussex. En los últimos veinte años ha compaginado su quehacer literario con su trabajo en el ámbito del desarrollo sostenible y de los derechos humanos. Ha vivido en México, Reino Unido y Uruguay, y realizado estancias universitarias o literarias en Argentina, Cuba y Canadá. Sus obras han sido traducidas a trece lenguas. Actualmente reside en la sierra de Madrid. |