La mujer rural: clave en los sistemas alimentarios

OAXACA, Oax., 15 de octubre de 2016.- En el último cuarto de siglo, la población rural creció más lentamente que la urbana; sin embargo, pasó de cerca de 20 a casi 27 millones de habitantes, y de éstos más de 13 millones son mujeres, que han cambiado sus roles genéricos derivado de las nuevas políticas y cambios estructurales en sus regiones, etnias, niveles de ingreso y condiciones ambientales.

De acuerdo con la investigadora y docente Gisela Espinosa, la población femenina rural es joven: seis de cada diez mujeres tienen menos de 25 años, y sólo seis de cada 100 rebasa los 60.

El mestizaje caracteriza a la mayoría, pero un tercio (36%) pertenece a alguno de los 50 pueblos indígenas que hay en México. Una de cada cuatro encuentra pareja entre los 12 y los 24 años y comienza su vida marital a edades tempranas.

Las campesinas de hoy ya no tienen tantos hijos como antes y es que, pese al difícil acceso a la información y educación sexual y reproductiva y a disponer de anticonceptivos, un tercio de las campesinas ya los usa, así que, si en los años cincuenta cada mujer tenía siete hijos en promedio, ahora esta cifra bajó a 3.4; aún así, las campesinas duplican la fecundidad de las citadinas.

Toda la población rural sufre serios rezagos educativos, 38% declara nunca haber asistido a la escuela, pero las mujeres son más afectadas y el analfabetismo entre las indígenas llega a superar 50%, mientras en el resto del país este indicador se ha reducido a 12%.

En resumen: la mayoría de las campesinas son jóvenes, mestizas, con escasos niveles educativos y con una tendencia a casarse jóvenes y a tener menos hijos que antes.

En 2016, el Día Internacional de las Mujeres Rurales se centra en el tema “El clima está cambiando. La alimentación y la agricultura también”. Como agentes clave en los sistemas alimentarios, como pequeñas agricultoras y personas a cargo de garantizar la alimentación adecuada para las familias, las mujeres rurales se encuentran en el centro de este desafío.

De acuerdo con un comunicado, las mujeres dedicadas a la agricultura son responsables de la mitad de la producción alimentaria del mundo.

Producen entre 60 y 80 por ciento del alimento en países en vías de desarrollo y constituyen el 43 por ciento de la mano de obra agrícola en los países en desarrollo.

Las mujeres rurales enfrentan los siguientes problemas: practican la agricultura  a pequeña escala, no cuentan con capacitación, desarrollo de tecnologías y otros apoyos; sus jornadas de trabajo son intensas y sufren discriminación sistemática que agravan su condición de pobreza.

Por todo ello resulta prioritario buscar que sus demandas sean atendidas, que se resuelva el problema de rezago económico y social en el que viven, pero sobre todo, reconocer su trabajo como productoras.

Fuente: Mujeres campesinas en el umbral del nuevo siglo y Quadratín Michoacán