Economía en sentido contrario: Banamex
La filosofa afirmaba que “la necesidad es la madre de todas las virtudes”. Aplicable resulta esa expresión al momento que viven los partidos políticos que integran el Frente Amplio por México (FAM), cuando no se veían compitiendo con posibilidades de ganar en el próximo proceso electoral del año 2024, se presentan dos circunstancias que abren la oportunidad de competencia. Una, la insistencia del Frente Cívico Nacional (FCN) en establecer elecciones primarias como el método que evita la imposición de candidatos y dos, que las puertas de palacio nacional se cerraran al ejercicio de un derecho (el de réplica) y al cumplimiento de una sentencia que (si bien aún en ese momento la sentencia admitía recurso en contra), con base en principios democráticos podía haberse permitido que de par en par las puertas se abrieran para permitir el ejercicio de un derecho democrático.
Ese es el contexto en que se circunscribe el inédito proceso que está enfrentando el FAM, que tiene la virtud de levantar los ánimos de competencia y da la contundencia hasta para lavar la cara a impresentables. El combinado de estas dos características del método se convierten en grave riesgo ¿cuál?. Que la sociedad civil en confianza plena se duerma en la hamaca de la ingenuidad y dejen de participar en la consulta del día domingo 3 de septiembre y dejen todo en manos de los partidos que tienen estructuras y que juegan su papel en un país de partidocracia. Hay elementos que indican que en estos días y hasta que termine el proceso electoral de 2023-2024 este país todo, debe estar lo suficientemente sereno para que el ejército democrático se conserve y los resultados electorales fortalezcan a la sociedad en su conjunto y los partidos entiendan y asuman su papel de vehículos, que dejen de lado su interés de colocar incondicionales en las boletas electorales.
Un paso en falso de los partidos políticos y volverán al mes de mayo de este año, al páramo donde los muertos ya no votan ni con operación tamal con carrusel, porque el padre está muerto y en el Comala añorado y vivaz ha muerto prácticamente todo el pueblo. Ojalá que no se empecinen en ejercer el voto corporativo los poco mas o menos 3 millones de mexicanos que se inscribieron en el padrón para participar el día 3 de septiembre.
La justa de ese día no debe ser coloquial es la madre de las batallas. Allí el FAM no se juega poner a su candidato, se trata en ese día de que con esa virtud pueden salvar, alguno su registro y otros sus poco mas de 79 escaños uno y otro 49 o dar el paso a mantener la competencia versus la decisión del dedito, acompañada del dispendio en bardas y espectaculares y todo tipo de souvenirs de campaña que si no es como lo denunció Marcelo Ebrard de una secretaria de estado, la pregunta es como dijera el Presidente de la República, “¿quién pompó?”
La decisión del 3 de septiembre es, políticos de estado qué piensan en México o Dirigentes de partidos que prefieren sus porcentajes.