Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
CIUDAD DE MÉXICO, 13 de noviembre de 2018.- El PRI debe transformarse y ser contrapeso de lo que lastime el interés nacional, sentencia el Dr. Rubén Pabello Rojas, figura con enorme expertise en la política mexicana, quien accede a analizar la actual dinámica del PRI, que como toda la oposición ha sido borrada del mapa.
Cuidadoso, como el hablante culto que es, no utiliza el registro formal sino que sabe que el tema es profundo y con su variado vocabulario -y sintaxis ordenada-, lo comenta con agudeza y precisión.
Con más de 60 años inmerso en la política ejercida por el PRI, echa la vista atrás y repasa con sinceridad -y a ratos con mucha prudencia- los capítulos más relevantes de la práctica política del tricolor, la caída, sus causas y el inminente futuro del partido que encauzó al país por casi 77 años.
BP ¿Atestiguamos el regreso del PRI con su anunciada renovación?
RBR: Los partidos viven otro país, otra sociedad. Algunos priistas -y hasta expriistas- los veo intentando rescatar algo que ya se agotó. Meterse en el esquema de renovación no es congruente.
No, no está de acuerdo con la realidad que vive el país, con un innovador contexto nacional, matizado con tantas corrientes ideológicas externas del pensamiento político.
No podemos pensar en revivir a un PRI de una época, cuando esa época ya se agotó. Creo que quienes apuestan a que regrese el mismo sistema, ese mismo mecanismo de ideas, se equivocan.
Los partidos políticos, inmersos en una inmovilidad pasmosa, continúan sin entender que su lucha intestina por el poder los está sepultando y por ello la pregunta es obligada.
¿Es el Fin del PRI?
RPR: No es el fin del PRI, pero tenemos que entender que estamos ante otra etapa del partido, en donde ya no tendrá la fuerza, la hegemonía y lo que representó para la política, la sociedad mexicana en general.
Ya no podemos revivir, a la misma intensidad, potencia, proyección o fuerza, lo que fue. Vendrán otras condiciones, vendrán otras figuras.
Siempre se modifica la búsqueda de resoluciones para obtener el poder.
Va variando, va siendo diferente.
Ahora hay que entender que estamos frente a condiciones distintas, nuevas, conformadas por la misma evolución de esta sociedad a la que pertenecemos.
Rubén Pabello Rojas es uno de los testigos vivos y críticos del partido, donde él por muchos años ejerció -y vio ejercer- el poder, recuerda que no hay cambios ni transformaciones, sin la influencia del PRI
BP ¿El PRI ha sido el mentor de la política mexicana, como el consejero de Telémaco en la Odisea? —
“Podíamos hablar que si no el mentor, cuando menos, o en una gran parte, el tránsito sociopolítico de la nación mexicana fue cubierto y llenado por el esquema que caracterizó, materializó, dimensionó el PRI, cuando hablamos de aquellas décadas en que tuvo el gran poder”.
Pero no fue desde el principio como se fueron generando sus momentos de fuerza, sino que fue caminando dentro de una evolución que lo caracterizó y que le fue proveyendo esa gran potencia.
Fundamentalmente hubo una ambivalencia, o una correspondencia, entre lo que era el ejercicio del poder público, a través de los órganos institucionales, apoyados siempre, por ese brazo político partidista, que era la fuente de donde se nutría de figuras, que a su vez estaba orgánicamente formado con los órganos constitucionales.
Había una gran interrelación.
Sobre los ciclos de luces y sombras que ha transitado el PRI, quien fuera Alcalde y Diputado por el tricolor, explica la era cuando el PRI desdeñó la representatividad social y cayó en la corrupción.
Así caminó el país durante mucho tiempo y mantuvo, además de una gran hegemonía, una fuerza unilateral de ese ese ejercicio del poder.
Mantuvo una evolución que podíamos calificar de satisfactoria, de cómo fue discurriendo el país durante todas esas décadas.
No podemos dejar de advertir, sería erróneo, grandes, fallas, y grandes vicios que al final, privaron y llevaron a un deterioro muy significativo.
Los últimos tiempos (del PRI) fueron la consecuencia del mal ejercicio del poder y de práctica política, que fue desvirtuándose, degenerando.
Sobre los pecados del PRI, no duda en enumerarlos el Dr. Rubén Pabello Rojas.
Está consciente y lamenta que su generación no haya podido mantener ese estado de paz y bienestar con el que estaban comprometidos.
¡El Poder se corrompió! La misma constitución del partido hegemónico del PRI, en donde el corporativismo cumplió, primero una función importante pero después fue desvirtuando el ejercicio de ese poder en beneficio de toda la población del país.
Fue prevaricando, corrompiéndose. Empezaron a hacerse grandes negocios a la sombra del poder, negocios con empresarios, no solo nacionales sino extranjeros.
Por otra parte el sindicalismo, que era uno de los sectores corporativistas de que el partido dominante estaba hecho, también formaba parte de una mentalidad en donde se beneficiaban, través de un sindicalismo blanco, los empresarios.
En el transcurso del tiempo, no permitió, por ejemplo, que el salarió mínimo creciera para favorecer a la clase trabajadora y el gobierno lo permitía.
Está el sector campesino muy subsidiado, pero muy alimentado con dádivas y canonjías a los líderes agrarios de grandes corporaciones campesinas y ellos aprovechaban la fuerza de las masas para presionar con marchas a la autoridades encargadas de su sector .
Todo eso fue pervirtiendo el gran aparato de gobierno y llegó el momento en que la condiciones se volvieron insostenibles.
Otro gran factor, es que a partir de los años 70s se empezó a gestar un movimiento político para regenerar los aspectos de tipo democrático electoral.
Ahí Don Jesús Reyes Heroles fue uno de los grandes visionarios que advirtieron que el país debería democratizarse, y empezó a trabajar en ese sentido haciendo estudios teóricos y, desde la práctica en el propio PRI, empezó a instrumentar algunas acciones y figuras que fueron forjando ese producto final de la alternancia política en el 2000.
La fuerza del PRI fue domesticada por la tecnocracia, modelo económico agotado y que envolvió a la política mexicana.
La tecnocracia en el PRI, tiene una causa y un origen.
La tecnocracia está ligada fundamentalmente al neoliberalismo.
Los famosos tecnócratas mexicanos, que modifican el sentido del gobierno,- a partir de Carlos Salinas-, se conducen de acuerdo a una corriente que viene externa, del famoso libre comercio, donde nos insertamos como nación y en algunos momentos muy afortunadamente, pero que al final de ese ciclo global se empiezan a reflejar todos los vicios e incongruencias que estamos padeciendo.
Cómo todos los partidos de oposición el PRI aún no responde a la urgente necesidad de recobrar la representatividad perdida, ante ello remata la charla con el reto del PRI frente a la cuarta transformación.
El desafío del PRI es mantenerse como una entidad de oposición.
Asumir su papel con seriedad, con una proyección histórica bien entendida y hacer la oposición constructiva, equilibradora de corrientes que pretendan ser hegemónicas, en beneficio de todo el país.
Si el PRI quiere volver a tener la misma práctica o mecánica o función que tuvo, andaría mal.
El PRI debe constituirse en una verdadera oposición en donde con argumentos válidos -y que beneficien a la población mexicana- contrabalanceen las iniciativas que pudieran tener propuestas impositivas que lastimen el interés nacional.
El Dr. Rubén Pabello Rojas, confía en que tarde o temprano la oposición asuma su rol. Coincidimos en que tal postura será fundamental para evitar el caos en el país, que desde el exterior advierten.
Directora Gral de BillieParkerNoticias.com