Esperan a 72 mil vivos para Día de Muertos en la ciudad de Oaxaca
OAXACA, Oax. 15 de abril de 2022.- La procesión del silencio es una ocasión para el perdón, explicó el arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vásquez Villalobos.
Al iniciar este recorrido, en el que participan las imágenes de Cristos que se veneran en distintas parroquias de la ciudad de Oaxaca y sus estandartes, el jerarca de la iglesia católica pidió “entregarnos en el servicio generoso en favor de nuestros hermanos”.
En la procesión participan también algunos penitentes, personas con el rostro cubierto que cargan cruces.
“Debemos tomar la cruz de cada día y seguirlo. Cada uno lleva su cruz, cada uno tiene mortificaciones, sufrimientos, problemas, angustias”, reflexionó Monseñor Pedro.
Cárgala con alegría, pidió, y llega también hasta el calvario, ofrece al señor todo que pasa en tu vida.
La procesión del silencio “es una buena oportunidad para pedir perdón, en el silencio pide perdón. Pidemos perdón porque todos hemos fallado, de una u otra forma”.
Háblale, añadió, a quien derramó su sangre por ti, por mí, y dile que tenga misericordia y que siga perdonando.
“Que no se canse de amarte y de perdonarte, concédeme la gracia de que no me canse de pedir perdón, porque sigo siendo una persona frágil, débil, inclinada al mal”.
Aunque es una ceremonia religiosa, lo vistoso de la Procesión del silencio hace que turistas acudan para admirar a los grupos participantes.
Un tambor acompaña su paso. Mujeres cubiertas con mantillas y gente de las parroquias que apoyan en la organización.
El arzobispo de Oaxaca explicó que este recorrido es en silencio, un espacio para meditar la entrega del padre y conmemorar su muerte en la fe.
“Al recorrer las calles de la ciudad pidamos perdón, de muchas cosas, como sociedad tenemos que pedir perdón porque a veces no cumplimos nuestros deberes, solo exigimos que los cumplan otros”.
Aprovecho para pedir que cuidemos la ciudad “es responsabilidad de todos nosotros”.
Presentemos, dijo, una mejor ciudad a quienes vienen a visitarla, abramos nuestro corazón para recibirlos y agradezcamos la presencia de cada uno de ellos.
La Procesión del Silencio inició en la iglesia de Sangre de Cristo, subió por Macedonio Alcalá hacia la Cruz de Piedra y de ahí bajó sobre García Vigil para llegar a la Catedral Metropolitana.