La Constitución de 1854 y la crisis de México
La esperanza y el temor son inseparables y no hay temor sin esperanza, ni esperanza sin temor. François de La Rochefoucauld (1613-1680) Escritor francés.
CIUDAD DE MÉXICO, 6 de enero de 2020.- Durante los últimos días de diciembre pasado funcionarios de Gobernación encabezados por el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro encinas, y el director del Instituto Nacional de Población, Jorge Wheatley, le pidieron al Instituto Nacional Electoral, de Lorenzo Córdova, la base de datos de la información biométrica de 91 millones de mexicanos que tienen credencial electoral.
No es la primera vez que el gobierno solicita esa información al INE. Lo hicieron, en su momento, tanto los gobiernos priistas como panistas. Todos con el objetivo de tener un tesoro que les daría ventajas competitivas en las elecciones.
La información biométrica, es la manera como se maneja la identidad de los seres vivos, en pocas palabras es el reconocimiento inequívoco de personas basado en uno o más rasgos conductuales o físicos intrínsecos, además de las fotografías, huellas digitales, geometría de la palma de la mano, patrones faciales e incluso reconocimiento del iris o retina.
Todo basado en la tecnología de la información y computacional para la aplicación de técnicas matemáticas y estadísticas sobre los rasgos físicos o de conducta. Definitivamente su identidad es única y de fácil reconocimiento.
Entre los ejemplos de características del comportamiento se incluye la firma, el paso y el tecleo (dinámicas). Algunos rasgos biométricos, como la voz, comparten aspectos físicos y del comportamiento, de acuerdo a especialistas.
Toda esa información es recabada por el INE para evitar que se falsifiquen las credenciales electorales y, al mismo tiempo, se bloqueen intentos de fraudes en comicios.
Los gobiernos, buscan que no sea la credencial de electoral el documento de identidad, ya que lo otorga un organismo presuntamente ciudadano como el INE. Esto significa manejo de poder. En cambio, una cédula de identidad se convertiría en otro instrumento de poder paralelo, como el Pasaporte o la licencia de manejo.
Esto, representa tener un mayor control sobre la comunidad y la información podría ser usada para el chantaje político, la manipulación de la neurociencia para orientar el voto o, incluso, para generar potenciales políticas de control social. Por ello, empresas privadas se disputan el control de las bases de datos.
Por ello, nadie debería tener el control de esa información que, ahora, la tendrán los bancos y otros entes privados. Hoy, con todo y los controles, hay riesgo de encontrar las bases en Tepito, en el futuro cualquiera las tendría. Es de terror.
PODEROSOS CABALLEROS: El gobierno federal, no quiere enfrentamientos diplomáticos con Bolivia. Durante las dos últimas semanas de diciembre pasado, se generaron reyertas por un pésimo manejo diplomático en nuestra embajada en La Paz, Bolivia, así como el rompimiento, por parte de Evo Morales, de las reglas internacionales de asilo político al impulsar desde la Ciudad de México, una rebelión en su país. Errores de diplomáticos del gobierno socialista de Pedro Sánchez en España, así como la falta de comunicación oportuna, se provocaron conflictos que podrían haber pasado a mayores. El canciller Marcelo Ebrard, seguramente, en los próximos días, iniciará personalmente las negociaciones para calmar los ánimos con los hermanos bolivianos, aunque no haya comunión ideológica con el gobierno temporal de Jeanine Añez.* Natura &Co, que preside Norberto Marqués, cerró la adquisición de Avon Products. Con esa transacción nace la cuarta empresa exclusiva de productos de belleza más grande del mundo. En poco tiempo, además de cotizar en la Bolsa de Sao Paulo, lo hará en la Bolsa de Nueva York. La combinación de Avon, Natura, The Body Shop y Aesop amplía significativamente el alcance del grupo, multicanal y multimarca y ampliará su alcance a más de 200 millones de consumidores en todo el mundo.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA: En materia de sustentabilidad, la Cooperativas Cruz Azul, para lograr un impacto positivo, busca el manejo y reutilización de deshechos, la transformación de residuos, el tratamiento de aguas residuales y el ahorro de energía y fuentes alternas de generación de energía, así como la medición de gases de efecto invernadero, de acuerdo a sus directivos.
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