Luis Rubén Maldonado Alvídrez/Quadratín
ESPRESSO COMPOL
“La modernidad no es un lugar que se alcance, es un punto de fuga en continua expansión. No se elige al gusto, como en catálogo de cortinas. En realidad, es una furia que viene de todos lados imponiendo su lógica con una violencia floja que acaba siendo la peor de todas, la más difícil de resistir. Crea tanto como lo que destruye, y destruye antes de crear”.
En lo personal es una fabulosa definición del concepto de modernidad y la encontré en una de mis novelas favoritas: “La conspiración de la fortuna” del gran Héctor Aguilar Camín, la cual comienza de manera exquisita: “en el juego de la vida o del destino, la gente no llega tan lejos como augura su talento, sino como permiten sus limitaciones.
Somos tan grandes como nuestros límites, del mismo modo que nuestro cuerpo vive hasta que muere la más débil de sus partes esenciales. Un límite frecuente de los talentos grandes es su conciencia desbocada y altiva, eso que la teología cristina llamó soberbia y los antiguos resumían diciendo que los dioses ciegan a quienes quieren perder”.
En esta ocasión ambas citas de la mencionada novela, la utilizo para hacer referencia a una mujer admirada y respetada en la vida política mexicana como lo es Beatriz Paredes Rangel.
La famosa tlaxcalteca llegó a la final del proceso de selección de la candidatura presidencial del Frente Amplio por México que integran el Partido Acción Nacional, Partido de la Revolución Democrática y el Partido Revolucionario Institucional, quien apostó por ella hasta el final.
Paredes Rangel fue la carta (y una muy buena) que sintetizaba a una militancia sólida, larga experiencia legislativa y en el poder ejecutivo; así como gran conocimiento de la vida interna del PRI y del famoso sector agrario priista. Hablar de Beatriz Paredes significaba convicción priista a prueba de fuego.
Sin embargo, el resultado es conocido: Beatriz Paredes declinó ante Xóchitl Gálvez en un proceso que no llegó a la votación por la amenaza de que desde Palacio Nacional la ensuciaran.
Beatriz ha demostrado ser una gran oradora en la tribuna legislativa y en la trinchera partidista. Es propio recordar fragmentos de su discurso de toma de protesta como presidenta nacional del PRI en el año 2007.
- «Perseguimos a la modernidad en su incesante metamorfosis y nunca logramos asirla, se escapa siempre. Ese pájaro que está en todas partes y en ninguna, queremos asirlo vivo, pero abre las alas y se desvanece vuelto un puñado de sílabas. Nos quedamos con las manos vacías, entonces las puertas de la percepción se entreabren y aparece el otro tiempo, el verdadero, el que buscábamos sin saberlo, el presente, la presencia» (Citando a Octavio Paz).
En esta bella cita del único Premio Nobel de Literatura mexicano, está relacionado con la que inicié el texto de hoy. La modernidad es tan dinámica como confusa, a veces más lo segundo, que el PRI nunca logró comprenderla. Buscó limitarla y encerrarla en una jaula tricolor, de acuerdo con sus intereses y de eso fue partícipe y cómplice Beatriz Paredes. - «Algunas voces me preguntan: ‘¿Crees que el partido de veras puede cambiar?’ ¡Claro que lo creo! Lo único que le ha permitido al partido persistir durante varias décadas es su capacidad de cambio, de adaptación y de autorregeneración”.
La reciente salida del proceso interno en pos de la candidatura presidencial demuestra que Paredes sólo creía en la posibilidad de cambio del PRI, siempre y cuando ella fuera quien tomara decisiones u obtuviera beneficio propio. Además, desde que se “bajó” de la contienda interna, Paredes no ha sido vista en ningún evento público de la futura candidata Xóchitl Gálvez. Ella creía en 2007 que el PRI podía cambiar, en 2023 vemos que Paredes ha sido incapaz de cambiar, aún y cuando la amenaza de Morena apunta para instalarse por décadas en el poder. - “Habrá una dirección democrática, incluyente y federalista, nunca más ajena a las batallas de sus militantes, ni pusilánime cuando desde el Estado se pretenda socavar la integridad y representatividad de sus sectores y organizaciones”.
Hablar de inclusión, federalismo y democracia es muy fácil; al igual lo es hablar de cercanía, como lo es arengar para proteger. Tras su decisión de hacerle vacío a Xóchitl Gálvez, (la cual respaldamos muchos militantes del PRI) ha dejado en claro que eran sólo palabras y su actitud se convertido pusilánime. - “La disposición al diálogo con otras fuerzas políticas y con el gobierno federal, interlocución que, no implica declinación o entrega, sino civilidad política y certidumbre de integridad para defender los intereses partidarios».
Eran tiempos en los que gobernaba Felipe Calderón, quien supo hacer política con el PRI por el bien de México. Hoy que la circunstancia no le favorece a Beatriz Paredes, ha enterrado dicha disposición al diálogo con quienes simpatizamos con el Frente Amplio por México y su precandidata. Dejó olvidada la civilidad política, al igual que los intereses partidarios, los cuales, quizás, confundió con los personales. - “Hay que terminar con la balcanización que se vive al interior, pues la fuerza del partido, se deriva de sus partes».
En este momento, Beatriz Paredes es el máximo ejemplo de lo que pedía erradicar en en 2007: ha apostado por la balcanización, por la división y no por la unidad por la que tanta saliva gastó. Una pena se haya olvidado que la fuerza del partido se deriva de sus partes; en este caso los tres partidos y la sociedad civil son las partes de las cuales deriva la fuerza de Xóchitl Gálvez, a quien Beatriz Paredes, parece ha abandonado. - “Nos comprometemos contigo (haciendo referencia a Colosio) y con quienes soñaron que era posible el cambio, a impulsar la cuarta etapa del PRI, a construir al PRI del siglo XXI».
Se rumoró mucho sobre la cercanía de Beatriz Paredes con el régimen de López Obrador, quien jamás se ha referido a ella, como si lo ha hecho con otros priistas.
Luego encontré esta frase en la que, como dirigente nacional del PRI, prometía impulsar la cuarta etapa del PRI. Con su frialdad y lejanía hacia el proyecto priista que encabeza actualmente Xóchitl Gálvez, todo parece que ella misma se impulsa hacia la cuarta transformación.
De ahí que se hable en el ambiente político de que Paredes Rangel ha cometido la gran traiXión.
ESPRESSO COMPOL
La memoria hemerográfica que hoy es mucho más accesible gracias a la digitalización,
nos permite investigar el pasado para entender mejor el momento presente. Para
hurgar en palabras dichas para conocer de cuerpo entero a políticos como Beatriz
Paredes Rangel, quien resultó ser como cualquier político.