El episcopado ante el segundo piso de la 4T
CIUDAD DE MÉXICO, 22 de agosto de 2018.- Alfonso Ramírez Cuéllar entró con su caballo por la entrada principal del palacio legislativo de San Lázaro y no entró al salón de pleno montado en su jamelgo, porque no pudo romper las puertas de cristal templado.
Eso ocurrió hace ocho años, pero hoy entró por la puerta grande a pie y se registró como uno de los más destacados diputados federales de Morena, que tendrán la mayoría calificada en la 64 Legislatura, que inicia el 1 de septiembre.
Los tiempos han cambiado y ahora Alfonso Ramírez Cuéllar, busca ser el coordinador de la bancada mayoritaria, para encabezar la transformación del Congreso.
Nosotros venimos a rehacer el Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, ese es nuestro propósito fundamental, confiesa el otrora líder de El Barzón y aspirante a coordinar a los diputados de Morena.
El plan ya lo tiene listo, para modificar la reglamentación del artículo 127 con el propósito de terminar con los abusos en materia de percepciones, garantizar que nadie gane más que el Presidente.
Hay un consenso mayoritario entre los poderes Ejecutivo y legislativo, sólo falta que el Poder Judicial también asuma la nueva realidad y se comprometa a establecer una política de austeridad en el funcionamiento de sus distintos órganos.
Sin embargo, Ramírez Cuéllar no está sólo en la búsqueda de la coordinación, pues también están en la disputa por el cargo Dolores Padierna Luna y Mario Delgado, quien, por cierto, ha sido el único que no ha hecho ruido, ni se ha promovido abiertamente como lo hacen los otros dos, que andan entregando cartitas y buscan armar su tribu de apoyo, como lo hicieron antaño en el PRD.
Los tres tienen claro que la orden es reformar la Ley Orgánica del Congreso, para que sea el Pleno el que discuta el presupuesto de la Cámara de Diputados, arrebatándole esa facultad a la Junta de Coordinación, que hasta ahora es la que define cuánto se va a gastar y cómo se va gastar.
La intención es poner candados y establecer sanciones y generar transparencia en el presupuesto de la Cámara de Diputados y por principio para el presupuesto de 2019 no rebasar los seis mil 400 millones de pesos, es decir, una reducción de aproximadamente dos mil millones de pesos.
Pero no van a parar ahí, pues tienen lista otra reforma a la Ley Orgánica, para transparentar el gasto de los grupos parlamentarios, terminando con la opacidad en las subvenciones.
Veremos hasta donde llegan los diputados de Morena, pero traen la idea de poner un hasta aquí al dispendio y al uso y abuso del dinero, contratando asesores a granel, como aseguran que hicieron hasta ahora los que presiden la Junta de Coordinación Política y la Mesa Directiva, que han llegado a tener hasta 120 asesores.
EL PULSO.
Por cierto, el que tiene asegurada y bien ganada la presidencia de la Mesa Directiva es el veterano Porfirio Muñoz Ledo.
El será quien presida la Cámara de Diputados a partir del 1 de septiembre y por lo tanto, se encargará de recibir la Banda Presidencial de manos de Enrique Peña Nieto y se la entregará a Andrés Manuel López Obrador, el1 de diciembre próximo**
Se rumora que la intención de Muñoz Ledo es permanecer en la presidencia de la mesa directiva los tres años de la Legislatura y compartir el poder de la Cámara de Diputados con el presidente de la Junta de Coordinación política, pues esta figura de gobierno no desaparecerá, como algunos legisladores de Morena quieren, para hacer valer la mayoría calificada y revivir la Gran Comisión**
Por otro lado, Javier Hidalgo dice que no va a descansar hasta lograr el acuerdo de eliminar las rejas que tienen convertido en un bunker inexpugnable el palacio legislativo de San Lázaro.
Pronto sabremos si logra su objetivo, pues la verdad es que muchos de sus compañeros no están de acuerdo con esa intención de apertura.