Yucatán y el país
CIUDAD DE MÉXICO, 29 de septiembre de 2018.- El tema de la esclavitud moderna puede abrumar a México a través de la trata.
La discusión en torno a ésta se actualizó tras el bochornoso asunto del senador panista Ismael García Cabeza de Vaca.
No obstante, junto a la trata sexual y laboral hay otras situaciones alarmantes que crecen cada día y son toleradas: aquellos casos que no están contemplados en el tipo penal, que están por lo tanto fuera de la norma y que son vistos con naturalidad.
Aunque en la trata se habla de matrimonios forzados -niños a los que casan sus familiares con algún fin de ganancia-, en esa explotación no se incluyen muchos casos de matrimonios convencionales en los que se juntan la explotación laboral -la mujer tratada como trabajadora de servicio- y el abuso sexual permanente aunque en el segundo caso no haya la ganancia económica que contempla la trata propiamente dicha.
Hay casos de índole laboral que uno ve a a diario y que son avalados por la propia Secretaría del Trabajo.
Las exigencia por ejemplo, de las empresas, sobre todo de autoservicio, que piden tiempo completo a sus empleados para cambiarlos de turno a su antojo pero con un pago fijo de ocho horas.
Eso se ve descaradamente en los anuncios de oferta de trabajo.
Los contratados viven una especie de esclavitud, sin derecho a organizarse -están prohibidos los sindicatos- y durante su trabajo- se ve en las cajeras-, ni siquiera reciben agua o algún trato humanitario.
Está el caso de los miles de ancianos que trabajan envolviendo mercancía en esas tiendas, que no reciben pago y aparte son utilizados por las empresas para otros menesteres.
Hay una violación triple avalada oficialmente: se explota mano de obra sin paga, se incumple la obligación directa de las empresas de dar envuelta la mercancía y se obliga al cliente a pagar a los que envuelven.
Está el caso de empresas aledañas a esas otras, que requieren trabajadores que cuiden carros y a los que les exigen ¡que ellos paguen por trabajar! mediante una cuota semanal.
Son sometidos, además, a otro tipo de actividades.
Como éstos, hay innumerables casos que no son contemplados en la definición de trata, pero en los que hay una similitud con el esclavismo.
LA ESCLAVITUD CAMBIA DE ROSTRO, CON LA TRATA
La esclavitud es una ausencia absoluta de derechos humanos que se extiende a muchos niveles, pero que ha aparecido en formas diversas con el aumento de la trata.
Como fenómeno antiguo con características nuevas, la trata es uno de los flagelos que aterran al mundo en este momento junto con el tráfico de armas y de drogas.
Desde 1949 la ONU ya daba seguimiento y tipificaba con sus normas y encuentros lo que se llamaba entonces la trata de blancas, con la aclaración de que se llamaba así, porque las negras no estaban incluidas.
Estas podían ser motivo normal de tráfico, como lo fueron durante siglos los negros.
La esclavitud no tuvo normativas durante esos siglos y hay en la historia de la literatura y de la poesía, famosos esclavos como Terencio y el propio Esopo y otros grandes talentos.
En Estados Unidos se elevó a la carta magna la abolición de la esclavitud después de la guerra de Independencia.
La Proclamación de Emancipación de Abraham Lincoln en 1853 entró en vigor en 1855.
México fue pionero en ese tema, ya que Miguel Hidalgo abolió la esclavitud el 6 de diciembre de 1810, para toda América, pero fue José María Morelos y Pavón el que recalcó la declaración del cura libertador, en sus Sentimientos de la Nación en 1813 que después se ratificó en la Constitución de Apatzingán en 1814.
LA ESCLAVITUD MODERNA,VIOLA EL ARTÍCULO PRIMERO CONSTITUCIONAL Como primer punto, la Constitución Mexicana de 1917 consignó los derechos humanos y las garantías a todos los mexicanos y en el párrafo cuarto- con adición de agosto de 2001- proclamó la abolición de la esclavitud en el país, incluyendo a los extranjeros que estuvieran en esa situación, los que dejaban de serlo al pisar tierras mexicanas.
Era lógico ese inicio constitucional porque en primer lugar la norma tenía que dirigirse a ciudadanos libres, mexicanos o extranjeros.
En la práctica, por desgracia, en muchos casos este artículo es letra muerta.
Hay miles de personas que viven una verdadera esclavitud en sus empresas, en el campo, en sus propios hogares, como se indicó arriba.
Según la Organización Internacional de Trabajo (OIT) más de 40 millones en el mundo están sujetos a la trata y más de la mitad al trabajo forzado.
Esa esclavitud puede significar encierro o simple coacción mediante amenazas, pero atrás siempre está el lucro o el aprovechamiento personal, de la víctima.
La naturalidad con se ven oficios que derivan en ese tratamiento, se evidenció con el caso del senador Ismael García Cabeza de Vaca, ya que en las redes las posturas se dividieron y hubo muchos que lo defendieron.
La posición de una mujer que podría estar sujeta a trata – se demostró después que por fortuna no existía tal-, fue irrelevante para los defensores.
Es la naturalidad que ya se asume ante las nuevas esclavitudes, con las que nos topamos todos los días.