Economía en sentido contrario: Banamex
OAXACA, Oax. 5 de octubre de 2018.- En esta columna, por salud, hoy no trataremos asuntos ni de mezcal ni de notarías. Hablaremos de algo verdaderamente importante, que realmente le interesa a la población.
Hace ya muchos ayeres, siendo presidente del entonces Tribunal Superior de Justicia Oaxaca, Hugo Manuel Félix García, se creó la justicia familiar en el estado, y desde luego se crearon los dos primeros juzgados familiares en esta ciudad.
El creador de tal proyecto fue mi padre, abogado y periodista Don Alfredo Nahúm Vásquez Escamilla.
Como todas las reformas legales, obedeció en ese momento histórico a los justos reclamos sociales.
Se instauró la vía de controversias del orden familiar y su espíritu era precisamente abreviar las formalidades excesivas y propias de los juicios sumarios y no digamos de los ordinarios.
Inclusive se ordenó que el peticionario pudiere acudir verbalmente en busca de la protección de la justicia familiar.
Como es común en Oaxaca, el fin último de dicha reforma, se pervirtió, se degradó, se vició.
Acudir a un juzgado familiar en la actualidad es un tormento. Tales juzgados son ahora un crisol de pasiones, auspiciado, tolerado y en ocasiones alentado por los mismos jueces de lo familiar.
Con independencia de que un escrito, tarda en ocasiones hasta dos meses en ser acordado, se pierden expedientes en la misma cantidad y calidad que como se venden tortas en las afueras del edificio.
Se ha perdido todo equilibrio posible, la igualdad de las partes en el proceso está ausente en la totalidad de los expedientes.
Decía un viejo abogado, que el proceso civil es esencialmente injusto, puesto que no triunfa el que tenga la razón, sino el que mejor maneje el proceso, o en su caso, quien mejor lo chicanee, y en los juicios familiares pasa exactamente lo mismo, triunfa, no al que le asista la razón, sino el que mejor maneje el chisme, el agandalle, el chantaje moral, la chicana, y aunque usted no lo crea, nadie hace nada.
El procedimiento familiar es perfecto, al momento de su creación fue notoriamente visionario, cumplido en su esencia vendría a solucionar infinidad de problemas de tal índole, sin embargo cada vez lo vician más y más y lo hacen los mismos jueces y magistrados.
Este aspecto de la justicia, es de lo más sensible, forma parte de la justicia cotidiana, le pega a la mayoría de la población, de todos los estratos sociales, culturales o económicos, pues en la mayoría de los casos, están en medio, los hijos menores, quienes al final, pagan las consecuencias de los errores de sus padres.
Es por ello que interviene la pasión, el encono, la revancha, y tales conductas se judicializan con el visto bueno de los jueces quienes toleran lo que sea, menos dejar el puesto.
Las grandes reformas constitucionales, la enorme creación de nuevas leyes, las picudas jurisprudencias de la Corte, que nadie cumple, las grandes reformas estructurales de quien ya se va, los juicios orales, los pleitos de la judicatura, todo ello y más, no le importan en absoluto a un padre o una madre a quien por orden judicial le quitan un hijo, o no lo dejan verlo, o le restringen visitarlo, a quien por argucias judiciales le siguen cobrando una pensión alimenticia sin razón, o a quien, por las mismas mañas, no le otorgan alimentos o protección necesitándolos.
Por ello, por tratarse de la familia, que es base de la organización social, debe atenderse prioritariamente, puesto que del seno familiar, emerge todo, lo bueno y lo malo.
Es tanta la miopía de nuestros gobernantes que crean un juicio oral para atender, según ellos, eficazmente asuntos penales, y no voltean atrás, a la verdadera razón de existir, a la familia de donde salió ese imputado.
Volvamos a la base social, atendamos eficazmente los problemas familiares, que la justicia familiar se airee, no legalmente, sino que magistrados y jueces de lo familiar sean renovados completamente, que se cumpla a cabalidad con el procedimiento.
Pregunto, tanto magistrados, como jueces ¿conocerán la exposición de motivos de la reforma que creo la justicia familiar en Oaxaca?. En fin, a cada quien lo que le corresponda.