Ratifica TEPJF triunfo de Pablo Lemus como gobernador de Jalisco
CIUDAD DE MÉXICO, 28 de diciembre, 2016.- Había que ver cómo los chavitos se revolcaban de risa. Y el pobre Rayas metiéndose los dedos a la boca para echar afuera toda la torta, porque nomás de puro goloso que es se la atascó todita y a ninguno de sus cómplices convidó. A buena hora, porque si no aquello hubiera estado bastante feo.
Y es que al sobrino del Mamachido ya lo habían agarrado de puerquito en la primaria. Tiro por viaje le daban baje con sus lápices, con la torta, le agarraban las hojas de sus cuadernos para ir al baño, y luego se las ponían con todo y el sello de garantía.
No es que el chavalo sea rajón, pero aparte de que en la escuela lo barqueaban, en su casa bien que le tundían por los útiles que le faltaban. Mamachido le daba buenos consejos: que no te dejes; que avísame cuando te vuelva a hacer algo para ir a ponerle un susto, dile que si sigue de manchado cualquier día voy a su casa y le meto dos que tres plomazos a su padre, a ver qué siente.
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Quadratín Debate