La Constitución de 1854 y la crisis de México
MORELIA, Mich., 26 de octubre.-Ayer el presidente Enrique Peña Nieto, dijo que si pudiera regresar el tiempo hubiera enfrentado de otra forma la visita del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump.
(La Jornada). A toro pasado dijo que envió al mismo tiempo la invitación a los dos contendientes a la presidencia de aquel país, a la demócrata Hillary Clinton y al republicano Donald Trump, pero el que respondió con oportunidad fue Trump, además de que aceptó venir a nuestro país.
Admitió la responsabilidad de haber invitado al candidato republicano y dijo que la intención era buena. En realidad el jefe de una Nación no se la debe pasar pidiendo disculpas. Para eso tiene asesores y la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, quien por cierto le recomendó al jefe del Ejecutivo federal desistiera de la invitación al candidato republicano.
En otro comentario en este espacio, dijimos que el responsable de la estancia de Trump en México no era Luis Videgaray, ex secretario de Hacienda, sino el presidente de México. En el ejercicio del poder hay quienes toman todas las decisiones, incluso las menos fundamentales.
Es un error grave porque significa que hay desconfianza hacia sus colaboradores, pero todavía es más delicado porque algunos creen que son los únicos que lo saben todo.
En el afán de enderezar el rumbo y recuperar la imagen y la confianza perdidas, desgraciadamente el responsable de conducir el destino de México ha cometido otros desatinos. Se trata de una situación complicada porque hay actores políticos demasiado enviciados que buscarán por todos los medios retener el poder.
Se vienen tiempos difíciles en lo político, lo económico y lo social. Y pensar que el error de una persona lo paga todo un pueblo.
Fuente: Quadratín Debate