Economía en sentido contrario: Banamex
Signos y Señales
Nuestro Bruno ya cumplió 18 años. Qué alegría.
CIUDAD DE MÉXICO, 5 de diciembre de 2016.- La Reforma Constitucional que brinda autonomía política al Distrito Federal, después de que ser aprobada por los congresos locales, está en la etapa de la elaboración de la legislación secundaria, a pesar de las dificultades que hemos observado. Hoy es Ciudad de México, ya no DF y las Delegaciones, demarcaciones territoriales, y ojo, no son municipios.
Se dieron en el preámbulo comentarios desconcertantes, por ser de gente enterada y que sufrió el peso del poder federal, es el caso del Senador Ernesto Ruffo, quien fuera un buen gobernador de Baja California, el primero de un partido diferente al PRI, quien manifestó en su tiempo inconformidad con los procedimientos para estimar las participaciones de su estado, y criticó fuertemente el centralismo fiscal. El Senador Ruffo manifestó hace un año, su molestia por los supuestos beneficios que recibe el DF, como el no pagar la mitad del gasto educativo y de salud, pero no estaba bien informado, a él le tocó el inicio de la desconcentración. Tampoco Oaxaca paga nada, en educación, porque no tiene maestros estatales. Espero ya lo tenga claro.
Desde la desconcentración de los servicios de educación básica y normal en 1992, existían en algunos estados, no en todos, sistemas estatales de educación básica, hoy subsistemas, los cuales son pagados con recursos propios, es el caso de Baja California, Chihuahua, Estado de México, Tabasco, Durango y Nuevo León por ejemplo, que si pagan un porcentaje importante del gasto educativo de sus estados, pero no concurriendo con el FAEB, sino para pagar a los maestros del subsistema estatal. Es más el Fondo de Compensación del FONE los beneficia fundamentalmente a ellos, excepto a Tabasco y Durango.
En cuanto al régimen fiscal del DF, que es unitario, no sufrirá cambios, ya que el mismo ha funcionado, como lo demuestra que su dependencia de las transferencias es del 44 por ciento, 53 por ciento son ingresos propios, mientras que los estados en promedio dependen en promedio, un 90 por ciento.
Sus finanzas son sanas, el servicio de su deuda no tiene problemas y su economía es la más competitiva del País.
En cuanto al Fondo de Capitalidad, es real el costo económico y presupuestal de ser capital, por ejemplo los maestros o movimientos campesinos se vienen a protestar al DF, no en sus estados, además este Fondo se destina para inversión, no para gasto corriente.
Hace unos días Emilio Barriga, Tesorero del DF, escribió una atinada nota en El Economista, al respecto, donde detalla con cuidado lo anterior, lo que significa un ente centralizado en un modelo federalista.
Se deduce de lo anterior que en los estados también se pagaran fondos equivalentes a las ciudades capitales. Pero luego los alcaldes no se animan, no lo entienden o de plano se asustan ante una idea que sería justa, pero que temen la reacción de los gobernadores, más cuando son del mismo partido.
Al igual que en la CDMX, las manifestaciones, plantones, conflictos, vandalismo, grafitis, daños a los empresarios locales, al transporte público y desempleo para sus empleados, como ha sucedido en el centro histórico de Oaxaca.