
Recuerdo de un Cronopio
Las historias familiares han sido el tejido que conecta el pasado con el presente, sirviendo como un puente entre la historia personal y la historia de la civilización. Lo que comenzó como recuerdos transmitidos oralmente alrededor de fogatas, durante reuniones comunitarias y después en el seno del hogar, se convirtió con el tiempo en el cimiento de nuestra comprensión colectiva del pasado.
Estas narraciones muchas veces en forma de leyendas y cuentos populares, repletas de hazañas, tradiciones y enseñanzas, no solo preservaron la identidad cultural de las comunidades, sino que también proporcionaron un marco para interpretar los grandes eventos históricos. A medida que estas historias se registraban y transmitían a través de generaciones, se transformaron en crónicas que ahora forman parte integral de la historia de la civilización, permitiéndonos vislumbrar la vida y los tiempos de nuestros ancestros y cómo sus acciones y experiencias han moldeado el mundo en el que vivimos hoy.
La invención de la escritura marcó un cambio fundamental en la forma en que la información se transmitía y preservaba, permitiendo su registro permanente a diferencia de las historias orales, que pueden modificarse e incluso perderse con el paso del tiempo. Los textos escritos permiten que las generaciones futuras accedan a la sabiduría y los conocimientos de sus predecesores.
La escritura permitió la comunicación más allá de las barreras geográficas y temporales. Las cartas, los libros y los documentos escritos podían viajar largas distancias y llegar a personas que nunca se habrían conocido de otra manera.
La escritura a su vez fomentó el pensamiento abstracto y la reflexión crítica. La capacidad de expresar ideas complejas y abstracciones en palabras escritas fue un paso crucial en la evolución intelectual de la humanidad.
La invención de la imprenta por Gutenberg en el siglo XV tuvo un impacto revolucionario. Antes de la imprenta, los libros se copiaban a mano, lo que era un proceso lento y costoso. La imprenta permitió la producción en masa de libros, lo que democratizó el acceso al conocimiento. Las ideas, la ciencia, la historia y la literatura se difundieron rápidamente por toda Europa.
La aparición de la radio a principios del siglo XX transformó drásticamente la forma en que las personas se comunicaban y compartían información, lo que tuvo un impacto profundo en la sociedad y en la cultura en el mundo entero.
La radio pasó a ser un miembro esencial de la familia. Todos se reunían en torno al aparato receptor para escuchar a sus artistas favoritos, radionovelas o programas musicales. La radio fomentaba así la conexión y la imaginación, creando recuerdos compartidos.
Unas tres décadas después de la aparición de la radio, llegó la televisión que pronto se convirtió en un medio de comunicación tremendamente poderoso e influyente en nuestras vidas.
La televisión también se convirtió en un agente de socialización, al igual que la familia, la escuela o la religión, enseñando a las personas cómo vivir en la sociedad, cuáles son las costumbres y qué se considera aceptable o inaceptable.
Las historias de familia han evolucionado significativamente a lo largo del tiempo, como podemos observar. Pero quizás nunca se había visto un cambio tan radical en la comunicación interpersonal como con la llegada del internet, la telefonía celular y el streaming. Permíteme repasar en un viaje nostálgico cómo se construían estas historias antes de la era digital:
Hace algunas décadas, las familias tenían una sola televisión en casa. Era el epicentro del entretenimiento. Todos se reunían alrededor para ver programas, series y películas juntos.
No había tablets, smartphones ni teles inteligentes. La programación de televisión era la única opción, y todos esperaban ansiosos a que comenzara su programa favorito.
Los videoclubs eran lugares donde alquilabas películas en formato Beta o VHS. Pasabas horas buscando la cinta perfecta para disfrutar en casa. A veces, te quedabas con las ganas porque alguien más ya había alquilado la única copia disponible.
Tomarse fotos era todo un proceso. Las cámaras funcionaban con rollos de película, y tenías que llevarlos a revelar en un lugar especial.
No podías eliminar y sacar otra foto al instante. A veces, el resultado no era el esperado, pero valía la pena sostener entre tus manos una foto impresa de tu familia o amigos.
Las selfies existían, pero para verlas, tenías que esperar varios días hasta que revelaran el rollo.
Antes de la nube y los correos electrónicos, existía el fax. Era como el abuelito de las impresoras y escáneres. Para enviar o recibir un fax, llamabas, pedías “tono de fax” y pasabas el papel por el teléfono. La otra persona recibía una copia del documento. Era sorprendente en ese entonces.
Las familias y amigos convivían más en persona. Salían a cenar, compartían historias y se conectaban cara a cara. Los conciertos no se disfrutaban a través de la cámara de un celular. En cambio, se vivían plenamente en el momento.
En el siglo XX, antes del internet y la telefonía celular, las historias de familia se tejían en torno al radio o la televisión, las fotografías en papel y las conversaciones análogas. El streaming y la conectividad digital han cambiado la forma en que compartimos y preservamos nuestras historias, pero la esencia de la familia debería seguir siendo la misma: el amor, la conexión y los momentos compartidos.
Sin embargo, las pláticas de sobremesa y reuniones familiares han experimentado un cambio significativo con la llegada de las plataformas de streaming. Vamos a explorar cómo ha evolucionado el contenido de estas conversaciones:
El reto que enfrentamos es el de rescatar el valor de las historias familiares, el de dedicarle menos tiempo a las redes sociales, al streaming y más tiempo a la conversación cara a cara sobre los temas relevantes y no sólo sobre el último meme, la más reciente serie de tal o cual plataforma o la más reciente versión del videojuego predilecto; para no perdernos de los recuerdos más valiosos que podemos atesorar como seres humanos, nuestra propia historia.