Diferencias entre un estúpido y un idiota
CIUDAD DE MÉXICO, 13 de abril de 2018.- Durante muchos años se ha escuchado hablar de las “cajas chinas” que son historias (ciertas o falsas) que se lanzan a la opinión pública con la idea central de desviar la atención de un tema, por lo regular de mayor importancia.
Hay algunos que han pasado la barrera de los años y que se han vuelto clásicos, baste por mencionar el del “chupacabras” en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, un animal que inundaba de terror las zonas rurales del México de inicios de los años noventa del siglo pasado.
Una buena caja china es aquella que sin necesidad de imprimirle mucho esfuerzo se corría como pólvora y en un abrir y cerrar de ojos le llegaba a todo el mundo para volverse en el tema de las charlas de café y las cenas familiares.
Hoy en día las nuevas cajas chinas se sueltan sobre todo en las redes sociales y el camino a seguir es saltar a los medios tradicionales y sobre todo a los memes en los chats de whatsaap. Incluso algunas estrategias de gobierno las utilizan para cuando necesitan que se aprueben temas debatibles, aunque para ellos también existen los periodos vacacionales donde se supone disminuye la atención mediática.
La vigencia de las cajas chinas es por demás breve, casi instantánea. Sobre todo porque en la actualidad conviven con muchos otros factores de atención del público, ya no solamente es a través de la televisión o el periódico como se entera la ciudadanía de los temas de interés y de los temas de gobierno.
No quiere decir que todas las llamadas fake news sean parte de una estrategia para hacer una caja china (que claramente sí lo puede ser) pero lo cierto es que la arena digital es donde tiene más elementos de expansión un rumor que intente desviar la atención.
En épocas electorales, como la que vivimos, es de lo más común leer o escuchar rumores sobre si un candidato dijo o no algo, sobre si alguno que va abajo en las encuestas de plano ya dejó la contienda, e incluso lamentablemente muchos que tienen que ver con temas de inseguridad, ejemplo, que ya lo secuestraron.
Las cajas chinas bien trabajadas funcionan y cumplen un papel fundamental en la comunicación y me atrevo a decir incluso en la gobernabilidad, pongamos por caso que un gobierno estatal está pasando por un mal momento y que las calificaciones de su gobernador van en caída libre según varias encuestas, el gabinete no responde, nadie tiene un tema ancla que rescate el barco, hay que echar mano de una caja china, y a alguien se le puede ocurrir culpar a un exgobernador, como en algunas entidades lo han venido haciendo, de tal o cual delito y se lleva a la prensa pero luego no pasa nada en la arena legal.
Eso a la larga traerá más consecuencias, pues las cajas chinas endebles desgastan a quien las utiliza y les resultan contraproducentes, como el cuento de Pedro y el Lobo, de tanto anunciarlo y no cumplirlo pierde credibilidad. Además, para soltar una caja china también se necesita un poco de talento para saber medir el momento exacto para su difusión, y por qué no, también de preferencia una pizca de suerte.
@rvargaspasaye
Fuente:
Sentido Común