
Tareas de Claudia sin AMLO: economía y Casa Blanca
CIUDAD DE MÉXICO, 30 de octubre de 2018.- El futuro de una gran obra de infraestructura pública que por razones políticas se propuso en el sexenio del panista Vicente Fox Quesada y que el gobierno de Enrique Peña Nieto emprendió en forma tardía y bajo sospechas de corrupción, se fue a la basura, sin importar los cientos de millones de pesos de fondos públicos que se invirtieron.
Su futuro, a pesar de que ya tenía más de 35 por ciento de avance en las obras de lo que sería el nuevo aeropuerto capitalino y que contaría con seis pistas, fue decidida por una consulta ciudadana que no sólo careció se sustento legal, sino cuyos métodos demostraron que fue claramente manipulable y cuyos resultados, de antemano ya se sabían.
El origen del financiamiento de dicha consulta fue además poco transparente y los resultados, sirvieron de pretexto para cancelar la obra.
Lo que es un crimen, es que los fondos públicos, obtenidos del pago de impuestos, o se los roben unos cuántos o se tiren a la basura, porque cancelar una obra de esa magnitud necesariamente implicará pagar a las empresas los contratos suscritos para poder efectuar esta obra pública.
Lo que es vergonzoso y sospechoso, es que el propio Peña Nieto no defienda lo que sería la obra más importante de su sexenio y con ello le da la razón a López Obrador de que alrededor de ese proyecto, hubo mano larga.
En cambio, Andrés Manuel López Obrador informó ayer mismo en conferencia de prensa que la decisión de su gobierno es obedecer el mandato ciudadano sobre el nuevo aeropuerto, a partir del resultado de la consulta ciudadana, de modo que se van a construir dos pistas en el aeropuerto militar de Santa Lucía.
Dijo que se va a mejorar el actual aeropuerto de la Ciudad de México y se va a reactivar el aeropuerto de Toluca, por lo que se cancelan las obras de Texcoco.
Afirmó que se resolverá en poco tiempo la saturación del actual aeropuerto capitalino y consideró que la decisión que tomaron los ciudadanos es racional, democrática y eficaz.
Y añadió: “Dejamos de manifiesto que quedarán a salvo los intereses de las empresas y de los inversionistas; hay fondos en el fideicomiso actual, que respaldan los compromisos en contratos y en inversiones”.
El tabasqueño sostuvo además que el aval de este proyecto es su autoridad moral y política para atender cualquier reclamo de empresas o inversionistas.
“Es decir, esta decisión se toma por respeto absoluto al Estado de derecho, sin afectar intereses de las empresas y de los financieros. Es buena noticia el que se haya optado por la construcción de dos pistas en Santa Lucía”.
López Obrador admitió que están contentos porque se aplicó un ejercicio democrático y fue la gente la que decidió y tenemos que ir creando el hábito democrático, cuando hay democracia, no existe la corrupción.
Dijo que Santa Lucía es viable, desde el punto de vista técnico, y recordó la polémica por un dictamen de que ese proyecto no podría funcionar -operar el actual aeropuerto y Santa Lucía- por interferencia aérea.
Está demostrado que no existe ningún problema técnico para que puedan operar los dos aeropuertos, sostuvo y agregó que, para no interferir durante la consulta — porque hizo el compromiso de actuar de manera imparcial–, se reservó una información que le llegó días antes y que el gobierno de Francia le entregó un dictamen para reforzar la viabilidad de la operación de los dos aeropuertos y destacó que de esta manera se salva el lago Nabor Carrillo y las aves no serán ahuyentadas.
Es un triunfo para el movimiento ambientalista, sentenció.
El presidente electo señaló que, en términos económicos, el gobierno federal se va a ahorrar cien mil millones de pesos con la cancelación de las obras en Texcoco.
“Vamos a resolver el problema de la saturación del aeropuerto y nos vamos a ahorrar cien mil millones de pesos”.
No dijo cuánto se les va a pagar a las empresas y a los bancos por dicha cancelación.
Aseguró que en tres años se tendrá resuelto el problema de manera definitiva y se tendrán construidas las dos pistas en Santa Lucía.
También estaría operando el tren Ciudad de México-Toluca, para facilitar la llegada al aeropuerto de Toluca.
Dijo que hablará con empresarios y contratistas para llegar a un acuerdo. CRÓNICA DE UN PAÍS EMBOZADO en este país es menos riesgoso ser capo que ser que ser subversivo, consideró la periodista, Laura Castellanos, publica la crónica de la subversión en México en su libro Crónica de un país embozado, donde hace un recuento de un México devastado.
En su geografía hay personas que se cubren el rostro con máscaras de nailon, pasamontañas, paliacates, capuchas, mascadas, camisetas.
Los embozos exponen sin proponérselo esa devastación y son empleados –de forma ocasional o permanente– con distintos fines: confrontarse con el Estado, defender una comunidad o un territorio, proteger la propia vida u ocultarse para delinquir, reprimir, matar.
La periodista Laura Castellanos contó una historia a los millenials, para que sepan el por qué en la actualidad México vive en una época de fosas, de más de 36 mil casos de desapariciones y más de 200 mil casos de asesinatos a través del libro Crónica de un país embozado.
En este libro están presentes las expresiones de radicalidad o de violencia popular más visibles en los últimos veinticinco años: las guerrilleras, el Ejército Zapatista, la vertiente anarquista que comete sabotajes, las autodefensas y las guardias comunitarias.
Algunas de las fuentes están en la clandestinidad y a veces la escritora tenía que esperar meses para estas entrevistas.
“Uno como periodista tiene que tener mucha responsabilidad sobre la seguridad de sus fuentes porque en este país es menos riesgoso ser capo que ser que ser subversivo”.
“El zapatismo cumple en enero 25 años y es un movimiento emblemático, un movimiento que trastocó, lo sabemos, las izquierdas de occidente, pero también el discurso revolucionario y también implanta la defensa del territorio”, comenta durante la presentación de su libro.
Y sostiene que, si en 2001 se hubieran aprobado los Acuerdos de San Andrés Larraizar, México no tendría más de 25 mil concesiones mineras por 50 años renovables a 50 años más.
En este país hay comunidades desgarradas, destrozadas por mineras y ese tipo de violencia institucional es lo que yo he visto que ha ido generando fenómenos, en el caso rural, como el de las autodefensas, una multiplicación también de policías comunitarios que son distintas, tienen sus particularidades y al mismo tiempo que hay hecho permanente y vigente la lucha del zapatismo en la defensa del territorio.
La historia de México bien puede escribirse a través de los resortes y los saldos de la subversión.
Están presentes en esta crónica las expresiones de radicalidad o de violencia popular más visibles en los últimos veinticinco años: las guerrilleras, el Ejército Zapatista, la vertiente anarquista que comete sabotajes, las autodefensas y las guardias comunitarias.
Se dirá que las manifestaciones subversivas son marginales y con poco impacto político, pero cada una, con sus particularidades, ha expuesto el recrudecimiento de la violencia estructural.
Y algunas tienen visos de crecimiento, como las autodefensas y los movimientos de resistencias contra cientos de megaproyectos.
(Gracias a las aportaciones de Adriana Rodríguez).