Llora, el país amado…
El viernes pasado tuvo lugar la tercera conferencia de prensa mañanera que el presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció desde la Zona Militar de Tepic, Nayarit.
La cita a los medios locales, luego de ser aceptados en un registro digital previo, fue a más tardar 5:30 de la mañana. En un pequeño salón estábamos por igual reporteros, camarógrafos, fotógrafos y personajes varios a primera hora.
Antes de las siete nos dieron gafetes e instrucciones, una de ellas muy clara, podíamos hacer hasta dos preguntas por persona, por respeto a los demás compañeros y compañeras. Entramos si bien formados y en orden, no hubo asignación de lugares, cada quien se sentó donde pudo o alcanzó.
Comenzó la conferencia y el presidente dio la voz al gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero quien hizo un balance de lo que el gobierno federal ha apoyado a la entidad, sobresaliendo el tema de salud. Siguió el Secretario de la Defensa Naconal quien con apoyo de una presentación tipo PowerPoint se limitó a leer dichas gráficas.
Luego se abrió la ronda de preguntas y respuestas y vino la desafortunada situación de que un solo periodista acaparó una hora el diálogo con el mandatario federal. Parecía, como dijo López Obrador que quería hablar de esos temas (la defensa del ejército y la frase de que él es el comandante supremo de las fuerzas armadas, que por supuesto no pasó inadvertida en una zona militar).
Quince preguntas contabilizamos de la misma persona al presidente, incluso cuando iba en la número 10 alzamos varios la voz para que nos diera oportunidad AMLO de preguntar, respondió que no había prisa, que respondería todo. Pero no fue así.
Cuando abrió el turno a alguien más, se desaprovechó la oportunidad de hacer una pregunta y en su lugar presenciamos una felicitación de alguien registrada como representante de los medios de comunicación nayarita. Luego otro turno, pregunta sobre las tarifas de la CFE en el norte de Nayarit y sobre libros de texto en las entidades. Después el presidente dio por terminada la conferencia con la famosa frase “vámonos a desayunar”.
Bajo esa lógica vale la pena plasmar cuáles preguntas que se quedaron en el tintero que tanto prensa local como nacional pudimos haber hecho, en el caso del gremio nayarita sin duda un tema era el del Ingenio de Puga, la situación por la que atraviesan tantas familias, y qué papel juega el gobierno estatal y federal en tal situación.
Otra posible interrogante era sobre la licencia de la alcaldesa capitalina Geraldine Ponce, si era recomendable que otras figuras nayaritas y nacionales pidieran licencia para abiertamente apoyar a la o al aspirante de su predilección.
El tema de las islas Marías, cómo van los avances, los pueblos mágicos recientes en Nayarit, los temas sindicales, los dramáticos daños por incendios, la liberación del expresidente del Poder Judicial, por citar algunos.
Seguramente volverá a la entidad varias veces, y habrá una nueva conferencia, ya sabemos la mecánica, aunque tal vez el ánimo noticioso sea distinto, el presidente de México siempre será nota se llame como se llame.
@rvargaspasaye
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