El episcopado ante el segundo piso de la 4T
El martes del Jaguar fue creado, sin duda, como una especie de espectáculo televisivo donde su conductora, la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, aprovecha los reflectores y el espacio de comunicación para intentar golpear a la clase política del país.
Con el pretexto ensalzado de poner por delante su “valentía” para hablar de temas, según ella de interés público, quiere sacar provecho a través de una estrategia de golpeteo.
Lo hizo con Alejandro Moreno, presidente nacional del PRI. De esa forma le sirvió la estrategia para someter al dirigente del tricolor. De hecho, ese mismo método lo quiso aplicar con el coordinador de los Senadores de Morena, Ricardo Monreal cuando lo acusó, sin fundamento, de haber tenido una conversación vía WhatsApp con el líder del Revolucionario Institucional.
Y Layda se esforzó, pero hizo el ridículo con una conservación manipulada. De hecho, hasta donde sabemos, hay una serie de inconsistencias en las capturas de WhatsApp que fueron presentadas como prueba de la maquinación. El mejor ejemplo son las posiciones claves de hora y fecha debido a que- la propia presentación que realizó Sansores- no mostraba características que van implícitas en la aplicación.
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