Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
Útil es todo lo que nos da felicidad
Auguste Rodin, 1840-1917, escultor francés
CIUDAD DE MÉXICO, 5 de febrero de 2018.- En octubre de 2016, el expresidente de Uruguay, José Mujica, visitó México y, obviamente, la izquierda mexicana, se abalanzó para que los cercanos colaboradores del político, ejemplo de austeridad y buen gobierno, les aceptara una reunión. Más que para intercambiar ideas, para la foto.
Pero Mujica, un exguerrillero de profunda formación ideológica, se negó a hablar con ellos; ni con el prócer de la “honestidad valiente”. Ustedes “ya saben quién”.
El exmandatario no tiene rancho, ni departamentos, ni sus hijos viajan en camionetas caras y blindadas, ni mucho menos sus vástagos pasean en lujosos yates o visten ropa de marca.
Tiene una granja a las afueras de Montevideo, en donde vive, y se transporta en un “vocho” que compró con su dinero. Esas son algunas diferencias entre Mújica y El Peje.
La calidad moral del exguerrilero, es reconocida por líderes mundiales y jóvenes por la ética con que se manejó como presidente del Uruguay, sin lucrar del puesto, ni mucho menos para vivir de la función pública.
Por su actuar impecable, se convirtió en “una oveja negra al poder”, título de un libro que no escribió, ni le escribieron a su nombre, para auto elogiarse, pero describe documentalmente la vida de Mujica en la política.
En Tijuana, enviados de AMLO, según el periódico El Observador de Uruguay, contactaron a la comitiva del expresidente para lograr un acercamiento entre ambos. Sin embargo, se negó Pepe Mujica, quien les soltó una crítica que no esperaban los izquierdistas de plastilina y vino tinto.
Les dijo que él y AMLO tienen diferencias en el manejo político, pero el tabasqueño, dijo el uruguayo, hace política basado en sueños personales y utopías.
“El verdadero hombre de izquierda es de acción. Con todos sus años en la política mexicana no se sabe de grandes obras que haya hecho por el bien de la gente. Solo anhela cumplir a como dé lugar su aspiración presidencial. En la izquierda se piensa a nombre de todos, no de sí mismo” (sic Mujica).
Y abundó: López Obrador se ha quedado en el terreno de la retórica y las palabras por lo que le ha faltado “acción social” a su movimiento.
Tras la crítica, el discurso, solo el discurso de López Obrador, se ha transformado. Pero, el discurso y la realidad del ahora candidato por enésima ocasión a la Presidencia, está conectado con la realidad. Igualito a toda la clase política.
La honestidad de AMLO es cuestionada constantemente. Deja fuera de su declaración patrimonial sus dos departamentos en Coyoacán, que documentó The Wall Street Journal hace más de año y medio; y la declaración verbal que hizo a Ciro Gómez Leyva donde aseguró que “vivía” de las regalías, que cobró miles de dólares por Conferencias y que finalmente no las presentó en su declaración de ingresos, “tres de tres”. La realidad choca con la demagogia de una izquierda que no es sólida, es de plastilina.
Poderosos caballeros: el secretario de Educación, Otto Granados, tomó la Secretaría de Educación Pública, con pulso fuerte. No le tiembla la mano para actuar y fortalecer la reforma administrativa en materia de educación que impulsó al inicio de su sexenio Enrique Peña Nieto.
Incluso, por una parte, negocia con el sindicato donde aún manda Elba Esther Gordillo, y por la otra con los disidentes de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas. Es ahora, un alfil valioso para lo que queda del sexenio de Peña Nieto.
El sureste mexicano recibió inversiones en infraestructura por 56 mil millones de pesos, en 139 obras estratégicas en la región, según el titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, quien se refirió al Libramiento de Villahermosa y a la carretera Villahermosa-Cárdenas, en Tabasco, así como la modernización y rehabilitación del Tren del Mayab.
La habilidad política de Alejandra Barrales, logró que se unieran a su campaña por la gubernatura de la Ciudad de México, a sus anteriores adversarios. En los próximos días se definirán los papeles de Armando Ahued y Salomón Chertorivsky en la campaña una vez que se incorporen.
Responsabilidad social corporativa: Grupo Imu, dedicado a publicidad exterior, realizó su 11º Concurso Escolar, “Nuestro planeta… es la neta”, donde participaron escuelas de la Ciudad de México, Edomex, Guadalajara y Pachuca. Recolectó 10,836 kilos de pilas usadas, reduciendo considerablemente los impactos negativos que éstas podrían tener en el ambiente de no haber sido manejadas de manera adecuada.
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