Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
Morelia, Mich., 8 de septiembre.-Cuando inició la administración estatal de Silvano Aureoles, comentábamos que era muy riesgoso prometer grandes resultados en materia de seguridad, por la simple razón de que el combate contra el crimen organizado entre 2014 y 2015 no había dado los resultados esperados y difundidos por el gobierno federal.
Sólo se combatió la delincuencia en 27 municipios y por fallas en la estrategia desarmaron antes de tiempo a los llamados grupos de autodefensa.
A cinco días de haber tomado posesión como gobernador, Aureoles se comprometió a que en un año entregaría a los michoacanos, Morelia, Uruapan y Lázaro Cárdenas, como las ciudades más seguras del país. Lo cierto es que todo mundo quería escuchar eso, pero no fue posible porque el problema de violencia e inseguridad es más grave de lo que muchos suponían.
Tampoco hay que negar que las fuerzas federales y estatales realizan operativos permanentes, y es cierto también que hay regiones que mejoraron su situación. La zona de Aquila, Coahuayana, Chinicuila, Coalcomán, Tepalcatepec, Buenavista, vive en relativa calma, porque se instalaron bases mixtas de seguridad, o bien porque grupos de autodefensas se legalizaron como policías como ocurrió en la zona nahua de Aquila y Coahuayana.
Pero la Tierra Caliente no sede porque hay cientos sino es que miles de personas que viven y han vivido de la delincuencia.
El otro motivo, y bien lo dijo el ex líder de autodefensas Hipólito Mora, es la lucha entre grupos del crimen organizado que se disputan las plazas, alguno es de Jalisco, otro de Apatzingán, en fin se observa a leguas que no se están peleando no cualquier cosa.
Los obispos, en un desplegado denunciaron varias circunstancias, varias de ellas dignas de tomar en cuenta, más allá del fondo político. Las ejecuciones en Zamora, Lombardía, Lázaro Cárdenas y el derribo de un helicóptero en La Huacana prueban la complejidad del problema.
Es obvio que se requiere la permanencia de fuerzas federales mientras no se controle el problema. Pero lo más importante, hay que activar la economía para medianos y pequeños productores, no debemos olvidar que la inequidad, la desigualdad social y la marginación son madres de todos los delitos.
Fuente: Quadratín Debate