Historia y literatura dan vida a La dulce tinta de Al-Jawater
OAXACA, Oax., 6 de noviembre de 2016.- El 6 de noviembre de 1935, nació el compositor, director de orquesta, musicólogo, catedrático de universidad, percusionista y pianista oaxaqueño, Leonardo Velázquez Valle, siendo considerado uno de los compositores mexicanos contemporáneos más importantes del país y creador de la música de más de 40 películas.
Ubicado como uno de los defensores del nacionalismo musical de México, Leonardo Velázquez fue un compositor mexicano que nació un 6 de noviembre en la ciudad de Oaxaca. Su familia era originaria de Villa Hidalgo Yalalag, en la Sierra de Juárez.
A los ocho años de edad emigró con su familia a la Ciudad de México. En el Distrito Federal ingresó a un curso para niños en el Conservatorio Nacional de Música, donde inició su formación musical con el maestro Agustín Montiel Castillo.
Posteriormente estudió percusiones con el maestro Carlos Luyando, llegando a ser el primer timbalista de la Orquesta Sinfónica Nacional de México. Luego, a los dieciséis años empezó a componer pequeñas obras bajo la guía del maestro Blas Galindo.
En la obra de Velázquez se cuentan piezas para percusiones, orquesta sinfónica y ballet, entre las que destacan Divertimento, Suite para orquesta, Cuauhtémoc y Dúo concertante para piano a cuatro manos. Asimismo es autor de unas Fanfarrias que sometió a concurso para las Olimpiadas de México en 1968, pero las ganadoras fueron las compuestas por Carlos Jiménez Mabarak (1919-1994). La mayor parte de su catálogo de compositor se inscribe en la tradición tonal, aunque también compuso algunas piezas modales y seriales
A lo largo de su vida, Velázquez compuso alrededor de cuarenta partituras originales para películas de directores como Felipe Cazals, Giovanni Corporal, Alfonso Arau, Alfredo Joskowicz, Marcela Fernández Violante, Julián Pastor, Arturo Ripstein y Gonzalo Martínez, entre las cuales se encuentran El brazo fuerte, El jardín de los cerezos, Estas ruinas que ves, El vuelo de la cigüeña, El tres de Copas, Morir de madrugada, Calzonzin inspector, Cananea, Nocturno amor, El hombre de la mandolina, El héroe desconocido, Rastreo de muerte, Bajo la metralla y Seducción y quien decía:
«Hoy -la Ciudad de México- ya es otra ciudad. Antes nos conocíamos y veíamos seguido todos los que hicimos el nacionalismo musical de México, lo más importante que se dio en el siglo XX.» En este texto, Velázquez destacaba la obra de Manuel M. Ponce, José Rolón, Ricardo Castro y Felipe Villanueva. Luego añade:
«Pero el más importante de este movimiento fue Silvestre Revueltas, usted escucha cualquiera de sus obras e inmediatamente la identifica. De personalidad muy recia, avasalladora, su música posee gran sentido del ritmo y del color. Yo pienso que capta perfectamente el espíritu mexicano de la feria, del pueblo; el carácter a veces dramático y a veces festivo o burlón, sardónico del mexicano. Fue una obra muy bien escrita.»
Respecto a la pléyade de compositores mexicanos, en una entrevista compartió que “Manuel Enríquez es uno de los músicos importantes de esa generación: sus Conciertos de violín, Cuartetos de cuerda, creo, que son seis, muy bien hechos, sobre todo los últimos, muy interesantes; su Rapsodia Latinoamericana, que se renta constantemente y que circula por el mundo con gran éxito, espléndidamente orquestada, utilizando temas latinoamericanos, la rumba, el tango, el danzón, la batucada La comparo con Huapango de Moncayo”.
“Mario Lavista, Federico Ibarra, Mario Stern y Mario Kuri-Aldana, éste es muy importante con sus ideas nacionalistas, tiene obras muy interesantes, sus sinfonías muy mexicanas, con temas de Agustín Lara; ha hecho música para danza, para ballet O Jesús Villaseñor, con gran talento De las mujeres: Gabriela Ortiz, Marcela Rodríguez, Hilda Paredes, Leticia Armijo
“Leonardo Coral Téllez es el más talentoso de los jóvenes de 30 años para acá Siento que México es un país de músicos y de artistas”. Y remata: “Si no hubiera habido un Revueltas, algo le habría faltado a México”.
El 20 de julio de 2004 falleció en las playas de Varadero.