Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
PACHUCA, Hgo., 17 de octubre de 2016.- El pasado 12 y 15 de octubre dos nuevos intentos de linchamiento de tres presuntos delincuentes se registraron en Hidalgo; la violencia se desbordó en los municipios de Mixquiahuala y Acatlán, al grado que fue necesario montar operativos policiales de rescate, que en el primer caso dejó a dos uniformados gravemente heridos.
El preámbulo de esta violencia social generalizada han sido una serie de advertencias plasmadas en lonas y pancartas colocadas en diversas regiones hidalguenses, principalmente a la entrada de colonias y comunidades, todas portando un mensaje en común, “linchar a todo aquel delincuente que agarren infraganti”.
Aunado al enfado social provocado por el letárgico actuar de las autoridades ante la impunidad del hampa, se debe reconocer algo muy grave: la gente ya perdió la fe en sus autoridades, no cree en los policías, y para muchas víctimas de la delincuencia resulta más práctico y efectivo linchar a los delincuentes que entregarlos a las autoridades.
En febrero del 2014 documenté la presencia y operación de guardias comunitarias en la Sierra Otomí-Tepehua y en el Valle del Mezquital, a pesar de que el gobierno estatal lo negaba, con todo y que la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), reconoció en ese mismo año la existencia de grupos de autodefensa en 11 estados del país, incluido Hidalgo.
Como parte de la investigación, participé en un recorrido nocturno junto a los guardias comunitarios de la comunidad Los Reyes en el municipio de Acaxochitlán en lugares montañosos por donde más de una vez transitó el convoy de camionetas de lujo que escoltaban a Jesús Reynaldo Zambada García, hermano del líder del Cartel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, detenido en octubre del 2008 en la Ciudad de México.
En Acaxochitlán, los vecinos se levantaron en armas en julio de 2013, cuando tomaron el control de la seguridad y obligaron al presidente municipal a correr a todos sus policías, tras el asesinato de Benedicto Guerrero Licona de 24 años, donde también resultó herida de bala su hermana.
Al igual que en Los Reyes Acaxochitlán, en la localidad de Portezuelo en el municipio de Tasquillo ubicado en el Valle del Mezquital también se conformaron guardias comunitarias, incluso implementaron un toque de queda, lo cual ignoraban los maleantes y en abril del 2012 un presunto sicario fue retenido y casi linchado luego de que en compañía de otros dos sujetos intentaron asesinar a un vecino del lugar.
En ambos casos, en Acaxochitlán y en Tasquillo la gente no confiaba en la policía, tras advertir que estaban asociados con la delincuencia; misma apreciación en Tlaxcoapan donde en julio pasado lincharon a un presunto secuestrador y a otra cómplice la golpearon brutalmente; o en Actopan donde apenas hace dos meses otro presunto ladrón fue brutalmente golpeado en plena plaza principal y rescatado minutos antes de ser linchado, lo mismo que en San Salvador, Epazoyucan, Zacualtipán, Mixquiahuala y Acatlán donde se registraron casos similares.
La desbordada inseguridad mantiene a flor de piel el enfado social, al grado, que hasta el presidente de la Comisión de Seguridad Ciudadana y Justicia en el Congreso local, el diputado local Horacio Trejo Badillo, justificó el linchamiento de delincuentes tras señalar que “no es correcto, pero todos lo haríamos cuando se meten con nuestras pertenencias”.
Twitter: @AlexGalvezQ
Fuente: Quadratín Hidalgo