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Morelia, Mich., 31 de agosto, 2018.- Es escalofriante lo que puede ocasionar la desinformación y la falta de confianza en la justicia; en los últimos días, cuatro personas fueron linchadas y quemadas vivas ante el rumor de que se trataba de supuestos ladrones de niños.
El pasado miércoles, en el municipio de Acatlán de Osorio, Puebla, dos hombres fueron golpeados por un grupo de personas, acusándolos de robachicos; los policías los rescataron y los llevaron a la comandancia de donde fueron sacados por la turba que terminó por quemarlos vivos.
Luego las autoridades señalaron que se trataba de dos campesinos que no tenían en su haber ningún delito.
Un día después, en Tula, Hidalgo, golpearon y prendieron fuego a una pareja –hombre y mujer-, al atribuírseles el robo de niños, ambos perdieron la vida.
Desde hace varios días, en redes sociales se ha venido difundiendo una campaña para prevenir acerca de una supuesta ola de robo de infantes; no está mal que se den a conocer medidas para cuidar a nuestros niños, el problema es cuando se busca crear pánico y se incita a la gente a tomar justicia por propia mano.
Pero además de la desinformación, hay un problema grave –que no es del todo infundado- de falta de credibilidad en la justicia, y como muestra, el caso de la niña de cuatro años que fue abusada sexualmente y asesinada en Morelia, cuyo agresor había sido detenido y luego puesto en libertad.
Podría entenderse entonces el enojo y escepticismo de la comunidad, pero el problema es que en ocasiones atentan contra personas inocentes como al parecer fue el caso de las personas linchadas en Puebla, y aún falta conocer la realidad de lo que sucedió en Hidalgo.
Si todo esto es por nuestros niños, como sociedad no les estamos dando el mejor ejemplo, ciudadanos y autoridades. Escalofriante.
Fuente: Quadratín Debate