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OAXACA, Oax., 15 de febrero de 2018.- Este viernes 16 de febrero llegará al órgano de la Catedral de la ciudad Oaxaca, el reconocido organista Andrés Cea Galán, catedrático en el Conservatorio Superior de Música de Sevilla como parte del Festival Internacional de Órgano y Música Antigua de Oaxaca.
Brindará un programa con música de Ercole Pasquini, Alessandro Grandi y Girolamo Frescobaldi, entre otros autores se informó en un comunicado.
Este recital contará con la voz del cantante de ópera Felipe Espinosa Olmedo y comenzará a las 20:00 horas con un costo de acceso de 100 pesos.
Este concierto es la tercera cita musical con el 12 Festival Internacional organizado por Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca A.C., encuentro que inició el pasado 14 de febrero y concluirá hasta el día 21.
Este viernes en Oaxaca, los melómanos y amantes de la música de órgano tendrán la oportunidad de escuchar la visión siempre renovada de la interpretación del instrumentista Andrés Cea Galán, quien frecuentemente es invitado como docente e intérprete tanto en España como en otros países europeos, América y Japón.
Andrés Cea Galán es un organista formado en España, con José Enrique Ayarra, Montserrat Torrent y José Luis González Uriol, entre otros. Pasó luego por la clase de órgano de Jean Boyer en Lille (Francia) y por la Schola Cantorum de Basilea (Suiza), donde fue alumno de Jean-Claude Zehnder.
Interesado por todos los aspectos relacionados con los instrumentos históricos de teclado, estudió también clave y clavicordio, con profesores como Bernard Brauchli y Françoise Lengellé, reconociendo las influencias de las enseñanzas de Willem Retze Talsma. Trabajó también durante varios años en el campo de la organería como miembro del equipo del maestro Gerhard Grenzing (Barcelona).
Sus numerosas publicaciones se refieren especialmente a aspectos de la interpretación de la música para teclado y a la historia y estética del órgano en España.
Publicó también las obras para tecla de Francisco Fernandez Palero (Edition Gaus) y los ricercari de Sebastián Raval (colección Patrimonio Musical Español de la Fundación Caja Madrid).
Ha realizado grabaciones para radio así como varios ciudades como solista en órganos de España, Francia y Portugal, para los sellos Almaviva, Lindoro, Tritó, Universal y Aeolus. Todos ellos ponen especial acento en el repertorio hispano de los siglos 16 al 18 y han sido distinguidos por la crítica especializada.
Andrés Cea Galán trabaja también habitualmente como asesor en proyectos de restauración y construcción de órganos para diversas instituciones. Es profesor en el Conservatorio Superior de Música de Sevilla, académico correspondiente de la Real Academia Luis Vélez de Guevara de Ecija, director de la Academia de Organo en Andalucía y docente en la Academia de Órgano Julián de la Orden de Cuenca.
En 2015 recibió el premio extraordinario de doctorado por su tesis sobre tablaturas defendida en el Departamento de Musicología de la Universidad Complutense de Madrid.
El primer órgano de la Catedral de Oaxaca citado en un documento de 1544 fue un pequeño órgano procesional importado de España, de la ciudad de México o de Puebla. En 1569-70 el organero Agustín de Santiago fue comisionado para construir otro órgano “grande” y desde entonces hasta principios del siglo 20, siempre hubo por lo menos dos órganos en la Catedral, colocados a ambos lados del coro alto.
El órgano actual fue construido en 1711-12 por Matías de Chávez, quien reutilizó tres registros de tubos del órgano anterior de Santiago. En los años siguientes, se fueron agregando poco a poco más registros hasta llegar a un total de doce en 1758, confirmando que fue uno de los órganos más grandes e importantes de Oaxaca.
A través de los siglos 18 al 20 se hicieron muchas intervenciones en el órgano, todas documentadas en los libros de gastos de la Catedral. Entre 1907 y 1908 el órgano se traslada al centro del coro alto, lugar que ocupa hasta la fecha. En 1912 y 1957 el instrumento se somete a severas intervenciones para “modernizarlo”, que casi borran su carácter antiguo para siempre.
El órgano dejó de funcionar a partir de los años 1960 y permaneció en silencio hasta 1997 cuando se hizo una restauración gracias al apoyo de Fomento Social Banamex y la iniciativa del Padre Fernando Vásquez Núñez de la Catedral.
El objetivo del proyecto buscó la recuperación de un instrumento típico de principios del siglo 18 a pesar de los cambios e intervenciones sufridas a través de los siglos. La responsable de la obra fue la Maestra Susan Tattershall, directora del Taller de Órganos Históricos de México.