Una manera de autocuidado es nombrar lo que sentimos: Iveth Luna Flores
CIUDAD DE MÉXICO, 10 de octubre de 2019.- Un periodista se encuentra con una historia que, si bien podría ser ficción, es la punta del iceberg para conocer las entrañas de una cruenta guerra contra el crimen organizado en la que por momentos los involucrados parecen confundirse de bando, ya que, gracias a la escandalosa corrupción, se mueven entre la seguridad oficial y la delincuencia.
Hijo de la guerra, publicada bajo el sello editorial Seix Barral, de Ricardo Raphael, es una historia lograda tras una investigación que el autor y periodista realizó sobre Los Zetas, el sanguinario cártel que puso en jaque no solo a las autoridades mexicanas sino también a la población, principalmente en cinco estados de la República que fueron trofeos y rehenes de ese grupo integrado por exmilitares de élite.
Un preso en una cárcel estatal que tiene distintas identidades y dice ser el Z9, quien también es uno de los fundadores de la poderosa banda criminal que floreció al amparo del capo Osiel Cárdenas Guillén, será el reto del periodista protagonista por averiguar si es una fuente fidedigna, lo que lo llevará a conocer historias a través de las cloacas de la política donde Los Zetas actuaron con total impunidad, además de las razones por las que el recluso prefirió permanecer oculto en una prisión a seguir en libertad.
Con relatos que parecen inverosímiles por la violencia extrema que retratan: torturas indescriptibles, matanzas, desapariciones, canibalismo y una especie de lealtad jerárquica, los grandes capos de la droga, y temor al mundo espiritual representado con prácticas de santería, el periodista va recreando y explica la ruta de horror que hoy tiene sumido a México en una espiral de delitos que parece irrefrenable.
“Un día ordenamos a los zetas más jóvenes que cortaran la mano derecha de varias hormigas muertas, que las arrojaran dentro de un tambo con harto dísel y les prendieran fuego. Después mezclamos las cenizas de aquellas manos con marihuana, cocaína y tabaco; fabricamos cigarros utilizando la revoltura y los compartimos con la gente, sin distinguir entre jerarquías. Fumarse al muerto es una ceremonia que te protege”, relata el Z9 al periodista.
Ricardo Raphael: (Ciudad de México, 1968) Periodista, escritor y docente. Se considera a sí mismo un oportunista epistemológico al que le gusta viajar por la geografía y también por los rincones del conocimiento. Desde hace más de 25 años ejerce como reportero y analista. Es conductor de los programas Espiral, Calle 11 (Canal 11) y No hay lugar común (ADN40), así como columnista del periódico El Universal y también integrante del Consejo Editorial Consultivo de esa casa editorial. Actualmente dirige el Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM. Es autor de los libros: La institución ciudadana (2007), Los socios de Elba Esther (Planeta, 2007), El otro México (Temas de hoy, 2011), Mirreynato (Temas de hoy, 2014) y Periodismo urgente (Ariel-INAI, 2017). Además, ha coordinado El México indignado (Destino, 2011) y El reporte sobre la discriminación en México (2012).