Paloma Sánchez-Garnica, premio Planeta 2024, y Beatriz Serrano, finalista
OAXACA, Oax., 4 de diciembre de 2019.- Francisco Toledo, a la par de su obra artística, hizo una exploración constante en el diseño de objetos, en esta área se puede apreciar cómo el artista juchiteco se nutrió de todo lo que veía en su vida cotidiana.
En un comunicado se detalló que la exposición Toledo Ve reúne algunas de las piezas que Toledo realizó desde objetos utilitarios, decorativos, hasta intervenciones, a partir del viernes 5 de diciembre podrán admirar las obras en la Capilla del Arte UDLAP en la ciudad de Puebla, la inauguración es a las 19:30 horas, después de haberse mostrado en el Museo Nacional de Culturas Populares en la Ciudad de México.
En una entrevista a principios de 2019 el artista comentó que aprendió de diseño en lo que vio en los mercados de Oaxaca, “fueron mis primeras lecciones de estética, pero también recuerdo los instrumentos que utilizaban mis abuelos en su trabajo”.
Toledo recordó que su abuelo Benjamín para hacer zapatos tenía agujas y leznas, su abuelo Gil, que mataba cochinos, tenía balanzas, porque el chicharrón que vendían los pesaban en balanzas romanas que estaban hechas en su pueblo.
“Eran objetos que me llamaban la atención, así como la caja donde la abuela guardaba el dinero cuando estaba en el mercado vendiendo, a ella se le llenaban las manos de grasa, entonces cuando cobraba se limpiaba en su caja, esa caja estaba tan impregnada de grasa que tenía un brillo muy especial, me llamaba la atención el acabado que era una maravilla”, detalló el artista que fundó espacios como el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) y el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa) entre otros.
Toledo consideraba que algunas fuentes de inspiración de los artistas son los objetos de la vida cotidiana, así lo demuestra en la exposición Toledo Ve, la cual, para despertar la curiosidad del espectador, carece de fichas técnicas con especificaciones de materiales y nombre de la obra.
Los asistentes podrán ver más de 600 piezas que abarcan desde artículos de la vida cotidiana que le sirvieron de inspiración al artista plástico, así como bocetos, prototipos, modelos, objetos intervenidos, hasta obras múltiples y piezas únicas.
Estas piezas permitirán al visitante adentrarse en el universo creativo del artista y conocer diversas etapas de producción de la amplia gama de bienes funcionales que diseñó durante varias décadas.
En el texto que acompaña la muestra se lee que el artista Francisco Toledo diluyó los límites de diversos campos del conocimiento y la creación artística, volvió porosas las fronteras entre las artes visuales, la literatura, el diseño, la artesanía, la arquitectura, el juego, la enseñanza, el activismo social y la ecología.
El texto detalla que Toledo habla el idioma del metal, el barro, el papel, el vidrio, la madera, el cuero, el textil y de tantos otros elementos que la tierra entrega para crear objetos que hermanan la utilidad con la belleza, que se pueden ver y se pueden tocar, que de igual modo se usan y se admiran.
Francisco Toledo ingresó en el Taller Libre de Grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías fundada por el pintor Chávez Morado -ahora Escuela de Artesanías del INBAL, institución pionera en la enseñanza del diseño como una profesión que continúa impartiendo estudios técnicos en cerámica, ebanistería, metales, esmalte, joyería, orfebrería, textiles, vitrales y estampado, muchos de ellos enfocados hacia su aplicación en espacios arquitectónicos.
En esa temprana formación también se apuntala el interés del maestro Toledo por los cruces entre la arquitectura, el diseño, la artesanía y las artes visuales.
“Francisco Toledo traduce su mirada creativa en objetos de la vida cotidiana, en diseños con sentido y con una función directa entre el ser humano y el mundo que lo rodea; en ello reside su verdadera belleza”, se lee en el texto de sala.
Es importante mencionar que los diseños que Toledo realizó le permitieron colaborar con distintos talleres artesanales, por ejemplo de herrería, de loseta artesanal, afelpado, papel de fibras naturales y orfebrería, entre otros, gracias a esas intervenciones se han mantenido por varios años talleres como: Arte Papel Vista Hermosa y el de Afelpado, ambos se encuentran en la comunidad de San Agustín, Etla.
Los fondos que resultaron de dichas colaboraciones el artista los destinó para solventar en gran parte distintos proyectos educativos y culturales en los institutos que fundó en Oaxaca.