Día -6. No militarización, sino sociedad criminalizada
CIUDAD DE MÉXICO, 26 de junio de 2018.- Cómo debemos tomar la mayoría de los mexicanos las amenazas, más que advertencias, de Andrés Manuel López Obrador y de su equipo cercano, en el sentido de que si el próximo domingo hay fraude –es decir, si pierde las elecciones, en el buen castellano-, dejará suelto el tigre.
O de qué manera interpretar el reciente ultimátum de “se van a encontrar con el diablo”, proferido por la señora Yeidckol Polevnsky, dirigente nacional de Morena, y dirigido a quienes supuestamente interfieran en las urnas y hagan abortar la enésima carrera de su jefe rumbo a la presidencia.
De ese calibre no solamente han sido los exabruptos del líder moral y propietario de Morena y de sus más cercanos colaboradores, sino de otros “distinguidos” militantes y comunicadores afines al tabasqueño.
Los modelos sobran. Lo comenté ya en este espacio, y dije que por ejemplo Paco Ignacio Taibo II, hace 2 años afirmó que los extranjeros que habían impulsado la reforma energética con el apoyo de una serie de mexicanos, tendrían como destino final el cerro de las Campanas, “donde serán fusilados por traidores”. (https://www.trendsmap.com/twitter/tweet/990579298661740544 ).
Más recientemente, este sujeto autoritario, abusivo y procaz afirmó que si los empresarios querían chantajear a López Obrador, que entonces los expropiara y que “chingaran a su madre” e incluso Marina Taibo Sáiz, su hija, amenazó ya a quienes no están con AMLO a que vayan haciendo sus maletas para salir del país.
John Ackerman, el consejero favorito de López Obrador, aseguró también que habría “chingadazos” si a su jefe le robaban la presidencia, aunque luego de la andanada -por sus ordinarieces-, de manera pusilánime dijo que sólo había retransmitido un mensaje de sus seguidores en las redes sociales y no pasó nada, contrario al linchamiento que enfrentó el periodista Ricardo Alemán
El comunicador, por un hecho similar fue condenado y sancionado por haber expresado sus ideas, amparado no sólo en su profesión, sino en su derecho a la libertad de expresión consagrado en el Artículo 6° Constitucional.
Defensores de AMLO sobran entre sus panegiristas orgánicos, como es el caso de Federico Arreola, creador del sitio “Sendero del Peje, hoy “SDP”, quien recientemente reprochó al crítico Gabriel Zaid, por atreverse a decir en su artículo “AMLO Poeta” -publicado en el diario “Reforma”-, que el candidato de Morena es “un artista del insulto, del desprecio y la descalificación. Su creatividad en el uso de adjetivos, apodos y latigazos de lexicógrafo llama la atención:
“Achichincle, alcahuete, aprendiz de carterista, arrogante, blanquito, calumniador, camajanes, canallín, chachalaca, cínico, conservador, corruptos, corruptazo, deshonesto, desvergonzado, espurio, farsante, fichita, fifí, fracaso, fresa, gacetillero vendido, hablantín, hampones, hipócritas, huachicolero, ingratos, intolerante, ladrón, lambiscones, machuchón, mafiosillo, maiceado, majadero, malandrín, malandro, maleante, malhechor, mañoso, mapachada de angora, matraquero, me da risa, megacorrupto, mentirosillo, minoría rapaz, mirona profesional, monarca de moronga azul, mugre, ñoño, obnubilado, oportunista, paleros, pandilla de rufianes, parte del bandidaje, payaso de las cachetadas, pelele, pequeño faraón acomplejado, perversos, pillo, piltrafa moral, pirrurris, politiquero demagogo, ponzoñoso, ratero, reaccionario de abolengo, represor, reverendo ladrón, riquín, risa postiza, salinista, señoritingo, sepulcro blanqueado, simulador, siniestro, tapadera, tecnócratas neoporfiristas, ternurita, títere, traficante de influencias, traidorzuelo, vulgar, zopilote”, son algunos de los epítetos referidos públicamente por López Obrador.
“Como Júpiter Tonante –dice Gabriel Zaid-, AMLO es caprichoso y no discute con iguales, porque no los tiene. No acepta consejos, menos aún críticas. No trata de convencer con argumentos, sino con su presencia carismática. No necesita escuchar. Desde las alturas, impone decisiones con su dedocracia cariñosa: Lo que diga mi dedito».
En su defensa, Arreola puntualizó: con respeto para Gabriel Zaid, debo decirle que se equivoca: AMLO no insulta a nadie, simplemente se defiende de tantas agresiones recibidas durante más de 15 años. El AMLO poeta de Gabriel Zaid es una simple mentada de madre a Andrés Manuel. El intelectual nacido en Monterrey quiso ser gracioso, pero se quedó en la descalificación vulgar”, aseguró el próspero seguidor de López Obrador.
El colega periodista Mario Caballero, catedrático y melómano, autor de la columna “Letras desnudas” –y de quien me referiré más extensamente en una próxima columna, para comentar su estupendo análisis sobre López Obrador, titulado “El culto a AMLO”, asegura que “hay personas que se vuelven líderes de culto. Organizaciones que se convierten en sectas. Gentes que se hacen seguidores. Tal es el caso de Andrés Manuel López Obrador y su partido político Morena, que no importa que tantos yerros cometa el mesías AMLO: sus fieles lo amarán, defenderán y venerarán hasta la muerte”.
Por lo pronto, sus amenazas y las de sus seguidores, llevan a la reflexión: ¿qué podría ocurrir en México si AMLO resulta derrotado en las urnas, el próximo domingo?
¿Los mexicanos tendríamos que vivir bajo el permanente chantaje del tigre suelto o que se nos aparezca el diablo?
El domingo 1 de julio, además de la elección para elegir al próximo presidente de la República, los electores de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán, emitirán también su voto para gobernador en esos estados.
En el caso de Chiapas -según los resultados de la encuesta realizada por Rodrigo Galván de las Heras, director general de De las Heras Demotecnia, una de las firmas pioneras de investigación en materia político electoral y estudios de mercado en México-, las tendencias favorecen al abanderado de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES) Rutilio Escandón Cadenas, con una intención de voto del 43 por ciento.
Galván de las Heras, quien es maestro en Investigación de Mercados por la Universidad de Georgia Tech, señaló que el planteamiento metodológico de la encuesta realizada del 15 al 18 de junio pasado –la cual puede ser consultada en http://www.demotecnia.com.mx/encuesta-chiapas/ -, se llevó a cabo de la siguiente forma:
Se realizaron mil 200 entrevistas en sus viviendas a personas mayores de edad con credencial de elector. Las preguntas fueron:
¿Conoce a los candidatos? ¿Qué impresión tiene de estas personas? ¿Qué candidato ha estado más cerca y al pendiente de los problemas de la gente? ¿A usted cuál le parece que es la mejor campaña, la que está ofreciendo las mejores cosas?
Los encuestados se seleccionaron de secciones divididas en 7 estratos, de acuerdo al tipo de competencia electoral registrada en cada una de esas secciones.
A cada estrato se le asignaron tantas entrevistas como las resultantes de multiplicar mil 200 por la proporción de electores que le corresponden.
En cada estrato se seleccionaron de manera aleatoria, tantas secciones como el resultado de dividir el número de entrevistas que les fueron asignadas entre 10, ponderando después, por la lista nominal de cada sección, Al interior de cada selección se seleccionaron al azar, 2 manzanas.
En cada manzana seleccionada se llevó a cabo un muestreo sistemático de viviendas con arranque aleatorio. Se entrevistó a la persona que abrió la puerta, siempre y cuando tuviera su credencial de elector correspondiente al municipio donde se realizaba la encuesta.
Los resultados obtenidos fueron los siguientes –con un 95 por ciento de confianza y +/- el 2.9 por ciento-:
Según el sondeo, el escenario más probable señala en el primer lugar a Escandón Cadenas, seguido de cerca por Fernando Castellanos Cal y Mayor, candidato por los partidos Verde Ecologista de México, Poder Mover a Chiapas, y Chiapas Unido, con el 24 por ciento; Roberto Albores Gleason por el PRI y Nueva Alianza, con un 20 por ciento; José Antonio Aguilar Bodegas, de la coalición por Chiapas al Frente -PAN-PRD-Movimiento Ciudadano- con el 10 por ciento y el candidato independiente Jesús Orantes Ruiz, con el 3 por ciento de las preferencias.
De cumplirse estos augurios, se daría otro cambio político en el destino del estado que ha sido gobernado consecutivamente por el PRI, la alianza conformada por el PRD y PAN (2000) y el Partido Verde Ecologista de México en 2012.
Granos de café
…Ninguna sorpresa causaron a los analistas políticos las afirmaciones que hiciera el columnista Salvador García Soto, sobre el reposicionamiento del PRI en la intención de voto de los capitalinos, gracias a la campaña desplegada por Mikel Arriola, candidato tricolor a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México.
No obstante, sí impactó a la opinión pública, ya que a pesar de la trascendencia del hecho, poco o nada se había ventilado en la prensa capitalina o el tema había sido relegado por el peso informativo que han tenido los aspirantes a la presidencia de la República.
Pero la relevancia del posicionamiento del candidato priista no radica solamente en que esté en la pelea por el segundo o tercer lugar en las preferencias de los capitalinos. Lo sustantivo, es que Mikel Arriola volvió a colocar al tricolor en el mapa político de la Ciudad de México, luego de décadas de que no figuraba y hasta se consideraba desaparecido frente al férreo control que llegó a tener el PRD.
Para todos los actores políticos de la capital del país, fue sorprendente que un partido casi extinto en la Ciudad de México resurgiera con tal fuerza, a pesar de carecer de la estructura electoral que hábilmente le arrebataran Manuel Aguilera Gómez, su pupilo Marcelo Ebrard y otros que traicionaron al tricolor cuando no obtuvieron las posiciones y prebendas que exigían casi como derecho de sangre.
La reducción a simple membrete, de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, la otrora poderosa CNOP -que aglutinaba a las mismas organizaciones que hoy se reparten PRD, PT y hasta Morena-, llegó a ser verdadera concentradora de múltiples movimientos, organizaciones, agrupaciones sociales, profesionistas, trabajadores independientes y organizaciones vecinales. Por igual, aglutinaba a jefas de familia, jóvenes y universitarios, micro, pequeños y medianos empresarios; pequeños propietarios rurales y ganaderos; trabajadores y empresarios del transporte; jubilados, pensionados y un muy largo etcétera.
Sin embargo, esa estructura fue corrompida hasta sus cimientos para despojarla del peso social y sobre todo, político, que tenía, para heredarla a esa “izquierda” que alguna vez formaron partidos hoy desaparecidos, en obvio beneficio personal de quienes se convirtieron en sepultureros de la CNOP.
El escenario antes descrito basta y sobra para ilustrar la importancia de que Mikel Arriola haya reposicionado al PRI capitalino, y sobre todo habla del hartazgo que los capitalinos tienen de los gobiernos sucesivos que resultaron un fraude para quienes votaron por ellos, con la esperanza de que la metrópoli fuera rescatada de la red de complicidades y corruptelas, tejidas desde la llegada de Cuauhtémoc Cárdenas al gobierno capitalino y prolongada por Rosario Robles, López Obrador, Alejandro Encinas, Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera y hoy por José Ramón Amieva Gálvez
Y aquí hay que decir que pese a su corto interinato, Amieva Gálvez también ha operado en favor de esa “izquierda” hoy aliada con la derecha, para impedir que la candidata de su antiguo aliado, guía y protector les arrebate el poder, como ellos mismos lo hicieron en su momento en detrimento de un PRI que vuelve a tener las simpatías y adhesiones de los capitalinos con tal intensidad, que podría dar la sorpresa y podría ganar la elección por el gobierno de la Ciudad de México…
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