Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
CIUDAD DE MÉXICO, 12 de julio de 2018.- Inteligente, culto y hábil, Lorenzo Córdova Vianello padece del mismo mal que el magnífico príncipe florentino del cual no sólo heredó su nombre, sino también su ego que lo llevó a una desaforada obsesión por trascender.
El presidente del Instituto Nacional Electoral dio una amplia entrevista a El Universal, publicada el martes, en la que se destacó a ocho columnas: “Fallaron los teóricos del fraude: Córdova”.
Y en el sumario de ese titular se asienta lo dicho por Lorenzo de México: “el INE recuperó credibilidad”.
Vamos por partes.
Los “teóricos del fraude” fallaron en sus pronósticos porque ganaron las elecciones.
El único partido (PRD, luego Morena) que sistemáticamente ha alegado fraude cada vez que pierde una elección presidencial es el de Andrés Manuel López Obrador.
Que esta vez no hayan gritado fraude, bloqueado carreteras, tomado Reforma o exhibido chivos y pollos en el zócalo, no es mérito del INE ni de Córdova, sino que se debe a que el triunfador fue el que siempre alega fraude.
Ahora sí, dijo el ganador, los medios fueron imparciales y el presidente actuó de manera ejemplar en la elección. Claro, porque ganó él.
Semanas y meses antes de los comicios, los artilleros de Morena en los medios tradicionales y en redes bombardearon con conjeturas y advertencias de que se venía un gigantesco fraude electoral.
El mismo candidato presidencial amenazó con “dejar suelto al tigre” si es que perdía en las elecciones.
Ganaron y obviamente no hubo inconformidad. ¿Mérito del INE? ¿Derrota de los “teóricos del fraude”, como dijo Lorenzo de México?
No, sencillamente se abstuvieron de impugnar una elección que les fue favorable.
Los competidores de AMLO reconocieron de inmediato su triunfo porque son demócratas.
De ahí a decir que ahora sí hay democracia porque los perdedores reconocen el resultado, es una tomadura de pelo. Ganó el que sólo cree en la democracia cuando el resultado le favorece.
Bajen de su pedestal a Lorenzo de México. Los demócratas siempre reconocen cuando pierden.
Lo difícil, imposible hasta la fecha, es que AMLO o sus seguidores admitan el resultado cuando gana el adversario.
Ahí está el caso de Puebla, para no ir más lejos. Morena perdió por poco y desconoce el resultado. No hay cambio alguno ni se abrió paso a la “madurez democrática”, como dice Lorenzo de México.
Según Córdova, “el INE recuperó credibilidad” en esta elección donde “México alcanzó la madurez democrática”.
No es así. El INE permitió que López Obrador hiciera campaña anticipada. Desde inicio del sexenio aparecía en los anuncios de televisión del Partido del Trabajo. Millones de spots de campaña ilegal.
Se financió quién sabe de dónde para sostener giras electorales, contra la ley y en las narices del INE.
No decirles nada a los que se pasaban por donde querían a las instituciones electorales no es madurez democrática sino temor ante el que agrede.
Ganó ese candidato que violaba la ley, acusaba al INE de estar al servicio de la mafia del poder, y alegaba fraude cada vez que perdía. Esta vez no se quejó. ¡Hurra! Alcanzamos la “madurez democrática”. Triunfó el INE sobre “los teóricos del fraude”.
Falso. Un sofisma. Ganaron los teóricos del fraude.
Y vaya fraude que cometieron, nada menos que con los “damnificados por el sismo de septiembre”.
Morena creó un fideicomiso, “Por los Demás”, que recibió en una semana 44 millones y medio de pesos en efectivo, lo que estaba prohibido. Sumaron un gran total, entre cash y cheques de caja, por 78 millones 818 mil pesos.
De ese dinero, ni un peso llegó a damnificados, sino a 56 personas ligadas a Morena, entre ellos miembros del Comité Electoral del partido de AMLO, de acuerdo con investigación del INE (Héctor de Mauleón, El Universal de este lunes).
Lavado de dinero por donde se le mire.
Sí, investigó el INE, pero el resultado de la indagatoria de esa estafa con dinero para los damnificados se guardó en secreto hasta que pasara la elección y no afectar a Morena ni a su candidato presidencial.
Qué bonita manera de derrotar a los “teóricos del fraude”.
Claro, el INE multó a Morena por esa pillería con 197 millones de pesos. Una bicoca, comparado con los mil 557 millones que recibirá a ese partido el próximo año.
Lorenzo de México, gran persona, estimada y talentosa, no trascenderá por su obra en el INE, sino por un involuntario mecenazgo al ganador de la elección.