Día 22. Palacio perdió dominio de la agenda de la crisis
OAXACA, Oax., 24 de noviembre de 2016.- En alguna ocasión, durante una entrevista en televisión le preguntaron a Bill Gates, si era cierto que los investigadores mexicanos eran muy buenos. El comentario es parte del capítulo de introducción del libro ‘Basta de Historias’, que publicó el periodista Andrés Oppenheimer en 2010.
Podríamos plantear la misma pregunta a los directivos de nuestro sistema de educación, a empresarios o a diversas instituciones de investigación de nuestro país; ¿cuál sería la respuesta?, ¿cuáles los índices de medición?
Gran cantidad de universidades levantan sus banderas alardeando ser de muy alto nivel y de competir a nivel mundial. Sin embargo, al observar con detenimiento los datos e impacto de nuestro sistema de educación superior y de posgrado a escala mundial, se revela la realidad de nuestra posición en el mundo. En realidad el impacto de nuestro sistema educativo en la formación de recursos humanos de alto nivel y en la generación de conocimiento de calidad, es bajo.
Cada año, el Times Higher Education, publica el listado de las mejores universidades del planeta. Revisando este listado, observaremos que dentro de las 100 primeras posiciones de la clasificación no aparece ninguna universidad mexicana, las tres primeras posiciones las ocupan una universidad del reino unido (University of Oxford) y dos universidades de Estados Unidos (USA): CalTech y Stanford.
Algunos críticos comentan sobre el tiempo de fundación de esas universidades. Sin embargo, el tiempo no es un elemento decisivo en el desempeño de las universidades, podemos observar el claro ejemplo de la universidad Nacional de Singapur, la cual en pocas décadas logró posicionarse en el ranking mundial (posición 24 actualmente), sobrepasando a muchas con mayor antigüedad.
Por otro lado, cuando se revisan los premios nobel obtenidos por universidad, la universidad de Columbia, la de Cambridge y Harvard tienen registrados 87, 85 y 82 respectivamente ¿y México?
Otro componente interesante, es el impacto e influencia de nuestro sistema nacional de investigadores (SNI) en el mundo. Si revisamos el número de citas e impacto que alcanzan los investigadores SNI, veremos que la gran mayoría se ubica muy por debajo del número de citas que alcanzan investigadores reputados de países como Estados Unidos e Inglaterra.
En el área de ingeniería química, por ejemplo, podemos mencionar al Doctor Gregory Stephanopoulos del MIT que registra al día de esta publicación 29,561 citas, cuando investigadores SNI quedan muy por debajo de este número.
Por otra parte, de los 3,126 autores más citados en el mundo, de acuerdo con Thomson Reuters (2015), los países en las tres primeras posiciones corresponden a Estados Unidos, Reino Unido, y Alemania con una gran ventaja por sobre países de América Latina.
En 2015, Thomson Reuters publicó también la lista de científicos más influyentes en el planeta, en dicha lista dominan profesores adscritos universidades de USA y aparecen solo dos investigadores mexicanos de una lista de 3,126, uno de ellos el Doctor Julio Collado Vides, quien es de origen guatemalteco, y está adscrito a la UNAM. El Doctor Collado se dedica a la genómica computacional y registra al día de hoy 20,249 citas.
Asimismo, Thomson Reuters publicó en 2015 la lista de las 100 empresas más innovadoras del planeta, las tres primeras posiciones las ocupan empresas de USA (3M, Abbott Laboratories y Advanced Micro Devices), y no aparece en el listado ninguna compañía o empresa mexicana. Respecto a las patentes, de acuerdo a Bob Stembridge, Senior IP Analyst de Thomson Reuters, solo Estados Unidos y China representan el 68 por ciento de todos los documentos de patentes asociados al área de producción de cultivos en todo el mundo. Estos dos países son más grandes que el país competidor más cercano por al menos un factor de cinco.
En 2007, durante el G8 World Economic Summit, la canciller de Alemania, Angela Merkel afirmaba que la innovación era la clave para el crecimiento y prosperidad de las naciones. Además de que la canciller alemana tiene una formación científica de gran calibre, pues es Doctora en Física, la sociedad alemana lo ha entendido bien, por ello su sistema educativo básico, universitario y de investigación es primordial para ellos.
Una mala calidad de la educación en cualquier país, produciría desigualdad social y condenaría a la marginación a buena parte de la población, limitando la generación de conocimiento de calidad y por ende procesos de innovación de gran envergadura. Por ello la frase «la educación es un tema demasiado importante como para dejarla solo en manos de los gobiernos”, por lo cual pienso que los verdaderos expertos deben ser escuchados.
Hace poco leí la columna de Raúl Cremoux, en El Financiero, que recuerdo terminaba diciendo: “en la vida de Solón, Plutarco se declara sorprendido de ver que entre los griegos ‘los ignorantes deciden’, digo pues, ¡qué bueno que no somos griegos! Que decidan los que sí conocen del tema”.
Doctor Sadoth Sandoval Torres
Instituto Politécnico Nacional
Twitter: @sadothsandoval