Día 22. Palacio perdió dominio de la agenda de la crisis
CIUDAD DE MÉXICO, 29 de noviembre de 2019.- Para los que aún creen que el país tiene opción de crecimiento y prosperidad en el sexenio de López Obrador, ahí está su dogma de fe expresado ayer en la mañana al defender el nombramiento de un incompetente al mando de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA): 90 por ciento de honestidad y 10 por ciento de experiencia.
Dijo que prefiere tener funcionarios inexpertos que corruptos. Pregunto: ¿y no hay quienes sean preparados y también honestos? ¿No hay ciudadanos con esas dos virtudes? Sí los hay. Muchísimos.
Para el Presidente saber e sinónimo de corrupción. Así se explica por qué vamos como vamos con el actual gobierno. Y tal vez así se explique que en el Plan Nacional de Desarrollo dedique sólo un párrafo a la ciencia, en la última página, que hace alusión a un programa inexistente. Ahí está la nuez de los castigos presupuestales a Ciencia y a Cultura. Por eso echaron abajo la reforma educativa.
Con un acuerdo privado en Palacio, AMLO le entregó a los vándalos de la CNTE el control de la educación en los estados que dominan. Ya es posible ascender en el magisterio sin hacer exámenes. Está en contra de las evaluaciones. A los alumnos de las Normales les otorgó pase automático a una plaza de maestros. Se crearon las universidades patito.
De los centros de educación los jóvenes deben egresar sin conocimientos ni habilidades, pero muy bien adoctrinados en lucha de clases y en odio al que piensa diferente, porque seguro esos letrados e instruidos son corruptos.
A vivir de los subsidios que les otorga el gobierno de Morena, sin cuestionar, es la divisa educativa de la 4T. El presidente, que sí tiene experiencia política, debería saber que no se llega ya corrompido al sector público, sino que la corrupción pone a prueba a una persona cuando la ponen “donde hay”. Morena y los suyos llevan apenas un año en el poder. Ya hablaremos dentro de dos. Si algo corrompe es el poder absoluto, sin contrapesos como los que AMLO ha ido eliminando.
Tiempo al tiempo. Y no mucho. Además, ¿no ha visto a los diputados y senadores que le aprueban sus leyes y caprichos –como el de Rosario Piedra al frente de la CNDH-? La mayoría de ellos no pasa la prueba del polígrafo ni con veinte gotas de Rivotril encima. Dijo el Presidente ayer en la mañana: “Antes era al revés, noventa por ciento de experiencia… buenísimos, además charlatanes, eso sí muy corruptos, firmaban todo por tener salarios de 300 mil pesos mensuales”. ¿El Presidente dijo charlatanes? Bueno, dejemos el tema por ahora. Urge gente preparada en el gobierno, y si cometen actos de corrupción que sean despedidos o encarcelados.
Pero el país no puede seguir así. No tienen idea de lo que hacen en economía, y no por culpa de Arturo Herrera y Graciela Márquez –que sí saben-, sino porque la economía, como en el echeverriato, se maneja desde Palacio Nacional. El presidente no confía en los que tienen conocimiento. Y los resultados están a la vista. El Banco de México señaló que este año tendremos una economía sin crecimiento y con regresión.
La economía con el presidente que prometió hacerla crecer al cuatro por ciento porque los “neoliberales” no sabían nada, eran egresados del ITAM o de universidades del extranjero, no va a crecer ni una décima de punto en este año. México, debajo de cero. Así dirán todos los reportes sobre el desempeño económico en el mundo. Son una vergüenza. Y en seguridad no se diga: tenemos más de treinta matanzas en un año, luego de que el candidato AMLO anunciara que cuando llegue al poder “se van a acabar las matanzas”.
Dedican más presupuesto al beisbol que a atender a 621 mil alumnos con aptitudes sobresalientes, necesidades especiales o discapacidad. En lo dicho por el Presidente ayer en la mañana, está pintado nuestro presente y da el color del futuro: los preparados son corruptos.