Día 27. Economía: no cuadra 2025 y los mensajes del FMI
CIUDAD DE MÉXICO, 22 de enero de 2020.- Estaba iniciando la presente columna a partir de una revelación que hace Reporte Índigo de los exitosos trabajos de periodismo de investigación que realiza Anabel Hernández.
La periodista en esta ocasión recuerda que, en su momento de mayor poder, Genaro García Luna era un visitante frecuente del ahora silencioso Carlos Salinas de Gortari.
Pero desde muy temprano repasé la columna de mi compañero Federico Arreola en la que expone, como muy pocos saben hacerlo, la mala leche que encierra la columna publicada ayer por Pablo Hiriart en El Financiero.
Hay columnistas que, por ser tan reiterativos, o tal vez mejor sería calificarlos de obsesivos, que de plano ya no son parte de mi trabajo de revisión diaria del análisis político que se hace en mi país a través de los medios de comunicación.
Columnistas tan llenos de resentimiento con el presidente Andrés Manuel López Obrador, que me imagino es un rencor que proviene del hecho de que les quitaron las prebendas que el antiguo régimen les obsequiaba con singular magnanimidad.
El chileno Pablo Hiriart pergeñó una columna tan alarmista que, por el abuso de vaticinios tan llenos de amargura que hace sobre lo que ocurrirá con México con un mandatario, que según sus “análisis”, es proclive a ejercer el poder con tentaciones autoritarias y dictatoriales.
Es lo que sesudamente sugiere el sudamericano Hiriart. O sea que AMLO es un peligro para México.
La verdad que de tan repetitivo y predecible, el regaño de Hiriart al presidente, ya no causó la menor preocupación en mexicanos que tratan de superar la crisis en la nos sumieron las corrupciones e impunidades de los regímenes pasados.
Dice Arreola:
“El actual fascismo mediático mexicano, violento en sus expresiones además de mentiroso, lo que busca es volver al orden perdido que tanto beneficiaba a periodistas y editores.
Ese orden estaba basado en el derroche y la corrupción de los gobernantes, a quienes poco se molestaba en las empresas de medios —había excepciones, La Jornada, Proceso, Aristegui Noticias, Reforma— porque una parte importante de lo que se desviaba de los presupuestos beneficiaba a los columnistas y a sus jefes.
Pero la tarea que se han arrogado tantos columnistas de restablecer el orden anterior solo está generando un enorme desorden en la opinión pública, en el que abundan las falsedades para tratar de confundir a la población mexicana.
Un ejemplo terrible lo proporciona hoy Pablo Hiriart, en El Financiero. Dice en su columna que la austeridad de Andrés Manuel López Obrador —nunca antes conocida en México— le está resultando carísima a la nación.
Vaya cinismo. No tirar el dinero en lujos es costoso. Eso dice Hiriart. Así, abiertamente, descaradamente. Para él, el ahorro está en el derroche de los gobiernos del PRI y del PAN.
Lo peor no es la opinión del señor Hiriart, sino que algunas personas le creen. Un país cuyos periodistas influyentes manipulan tanto la lógica está condenado al caos. De ahí la necesidad y hasta la obligación de denunciar las mentiras mediáticas cada vez que las veamos.”
No cabe duda que el sentido crítico de los medios de comunicación que demanda la sociedad mexicana en los tiempos presentes, tiene que estar soportado por la observación objetiva de nuestra realidad.
Los críticos de hígado producto del resentimiento que suelen tener a los que separan de la ubre gubernamental, ya son pocos, muy bien identificados en sus personales intereses y tan predecibles que su círculo de lectores es por demás tan reducido como sectario.
Como bien lo dice Federico, por fortuna hay excepciones.
La crítica al gobierno de AMLO, repito, la que está basada en la observación objetiva de los hechos, tiene ejemplos como Ciro Gómez Leyva en sus espacios de Radio Fórmula e Imagen; Franco Carreño cuidando la libertad de expresión como director del evolucionado y creciente medio que es El Heraldo de México, como parte fundamental de El Heraldo Media Group de Ángel Mieres y Alejandro Arai, o varios de los columnistas de Reforma como Jorge Volpi o en La Jornada Julio Hernández.
Pues será en próxima entrega cuando comente lo que revela Anabel Hernández que sobre García Luna y Salinas de Gortari, ya que esa conexión tiene varias lecturas por demás interesantes.
¡Será escalofriante!
EN TIEMPO REAL
1.- El ex secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna está dispuesto a entregar la información que tiene guardada en su celular, su computadora y otros dispositivos, dijo ayer en una entrevista radiofónica al periodista Ciro Gómez Leyva.
Al escuchar estas palabras muchos confirmaron sus más terribles sospechas, García Luna está dispuesto a cualquier cosa con tal de salvarse el pellejo, eso implica incluso delatar a todos sus cómplices, pero va más allá pues incluso quiere revelar sus contactos y la información que compartía con ellos, algunos pudieran ser informantes, periodistas, funcionarios o exfuncionarios, entre otros.
¿Cuántos nombres pueden salir a la luz pública? ¿Qué otros secretos o montajes periodísticos podremos conocer? Quizás muy pronto tengamos las respuestas.
2.- La familia LeBaron ya tendría que haberse sentado a reflexionar sí no están siendo utilizados por algunos personajes como una especie de botín político, incluso por el propio poeta y activista Javier Sicilia, quien en los últimos días no para de enfrentarse con las declaraciones del mandatario López Obrador, al respecto de la marcha que llevaran a cabo el próximo jueves 23 de enero.
Sobre todo porque en días anteriores, los LeBaron han sostenido encuentros muy productivos con AMLO, tan positivos han resultado que ellos mismos han salido a expresarlo públicamente.
Javier Sicilia podría estar jugando un juego, con miras a hacer resurgir sus posibilidades electorales, y eso es algo que no debe perderse de vista.
3.- Antorcha campesina inició el proceso para formar un partido político, con el cual busca separarse totalmente del PRI, y lanzar a sus propios candidatos. La organización asegura que ya cumplió con los requisitos para obtener el registro local en Puebla, y una vez que el instituto electoral de esa entidad los valide, podrá participar en las elecciones a alcaldías, diputaciones locales y postular un perfil a la gubernatura.
El Movimiento Antorchista
Nacional busca repetir este esquema a escala nacional. De acuerdo con la
normatividad electoral, en 2025 podrá buscar el registro nacional y aspirar
posiciones en el Congreso de la Unión.