El episcopado ante el segundo piso de la 4T
GUERRERO, 11 de septiembre de 2017.- Aritméticamente, la alianza formada por el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano para las elecciones presidenciales de 2018 no modifica drásticamente los pronósticos reportados por las encuestas.
A pesar de que se habría supuesto que la suma de los votos probables de los tres partidos alcanzaría para superar las tendencias que hoy favorecen a Morena, el hecho es que los sondeos más recientes sugieren que ni así remontan en este momento al partido de Andrés Manuel López Obrador, mientras el PRI y sus aliados permanecen en el tercer lugar.
La explicación de ese fenómeno podría ser que en la práctica el PRD aporta ya muy pocos votos (las encuestan le acreditan apenas 7 puntos) al frente con el PAN, y MC dispone de un capital reducido, de no más de 4 puntos porcentuales, que en el conjunto no compensa la caída brutal que sufre el perredismo.
Al final, la consecuencia de ello es que el PRD y MC se suman al segundo lugar que desde hace meses ha tenido el PAN, pero no aportan la fuerza suficiente para colocar a esa alianza en el primer sitio.
En consecuencia, la formalización del frente PAN-PRD-MC prefigura una contienda de tres bloques, y una vez más una elección de tres tercios, pues el frente opositor no parece ser capaz de remover las tendencias previas.
En ese nuevo escenario político y electoral, el frente del PRI (en alianza con el PVEM y el Panal) es el menos competitivo.
En lo que al PRD concierne, es notorio que su decisión de formar la alianza con el PAN obedece a una táctica de supervivencia, pues sólo de esa manera asegura capital electoral.
Por lo tanto, es manifiesta la imposibilidad de que un perredista, o un afín al PRD como Miguel Ángel Mancera, sea candidato presidencial de ese bloque, que sólo puede ser un panista.
Las encuestas más recientes, levantadas antes de que la alianza PAN-PRD-MC fuera registrada en el Instituto Nacional Electoral, dan cuenta de cómo se encuentra la correlación de fuerzas en el arranque formal del proceso electoral y cómo Morena y su aliado el PT permanecen a la cabeza.
De acuerdo con una encuesta del diario El Financiero para la jefatura del Gobierno en la Ciudad de México, Morena y el PT conservan una cómoda ventaja de 15 puntos porcentuales sobre la alianza PAN-PRD (49-34 % en agosto), mientras el PRI y aliados reportan 17 por ciento. (El Financiero, 24 de agosto de 2017)
Ese mismo 24 de agosto, un sondeo del periódico El Universal reportó la mayor ventaja para Morena en todos los escenarios posibles de la contienda presidencial.
Por ejemplo, puestos a competir los tres bloques, marcó las siguientes tendencias: Morena-PT con Andrés Manuel López Obrador como candidato, 32 por ciento; PAN-PRD-MC, con Ricardo Anaya como candidato, 25 por ciento; PRI y aliados con Miguel Angel Osorio Chong, 24 por ciento.
Y si el candidato del PAN-PRD-MC fuera Miguel Angel Mancera, obtendría el mismo 25 por ciento que Anaya frente al mismo 32 por ciento de López Obrador y el 23 por ciento del PRI con Osorio Chong.
Esta misma encuesta midió también sólo a candidatos, y López Obrador obtuvo 27 por ciento de las preferencias, Margarita Zavala 20 por ciento y Miguel Angel Osorio Chong 16 por ciento.
Otro sondeo del mismo diario, publicado un día antes, asignó las siguientes preferencias por partidos para la elección presidencial: Morena 23 por ciento, PAN 19, PRI 16 y PRD 6 por ciento.
El 28 de julio el diario La Jornada había reportado datos más estrechos pero similares a los anteriores en el orden, con la significativa particularidad de que la encuesta que citó fue la realizada por encargo de la Presidencia de la República, la 18 de su serie.
Estos son los datos que reprodujo: Morena, 19.37 por ciento; PAN, 19.13; PRI, 14.96; y PRD, 7.57 por ciento.
En este estudio el eventual candidato independiente obtiene 6.81 por ciento. En el contexto de esos datos, la fuerza mostrada por el llamado Frente Amplio Opositor (como lo llama el PAN; o Democrático, como lo denomina el PRD) en la coyuntura de la semana pasada en la Cámara de Diputados, ofrece una imagen de lo que será en realidad este bloque si al final se concreta en los términos planeados.
La paralización de la Cámara de Diputados fue concebida y ejecutada por el presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya, con el aparente objetivo de golpear al PRI en respuesta a las filtraciones periodísticas que lo describen como un político ambicioso que se ha enriquecido de manera inexplicable.
Encontró para ello un tema ideal, la anulación del pase automático del actual procurador general de la República a fiscal general, que había sido una demanda de organizaciones sociales y de la opinión pública independiente.
El PRD y MC se vieron arrastrados a la dinámica y al método panista, e incluso a Morena le costó trabajo deslindarse del estilo impuesto por Anaya, apropiado en pleno del papel opositor que solía ser casi exclusivo de los partidos de izquierda.
Así será este frente en las elecciones, un instrumento del PAN, que hasta ahora sólo alcanza para un limitado tercio del pastel electoral.
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