Cortinas de humo
Miscelánea, salud y política
«Silbó el tren. Me monté a él y estoy
seguro de que lloró aquella noche
todas las lágrimas que ante mí
contuvo. Estoy seguro porque yo me
siento anclado, igual que una
pequeña embarcación, a un río de
llanto»: Andrés Henestrosa en El
Retrato de mi Madre.
Mientras el consumismo condiciona a hijos e hijas a buscar un producto para celebrar el 10 de mayo, a su progenitora y con ese motivo en estado semi hipnótico muchos atiborran centros comerciales y florerías o bien las llevan a restaurantes abarrotados, otros engrosan las filas del equipo anti-celebración en esta fecha, como sea ¡felicidades a todas las madres!, los invito a ponernos por un minuto en los zapatos de aquellas en estado vulnerable o de postración.
Las Madres Buscadoras de sus hijos desaparecidos convocaron a la 12 Marcha por la Dignidad Nacional, bajo el lema: Verdad y Justicia. Los colectivos y personas solidarias acompañaron a aquellas mujeres que han emprendido la búsqueda de sus familiares en el territorio nacional, y lo hacen ante la falta d resultados de las autoridades, sufriendo las penurias de la incertidumbre, precariedad y acoso.
La lista es de más de 109 mil personas desaparecidas en nuestro país, entre 1964 y 2022. Esto prueba la incapacidad del Estado mexicano para hacerse cargo de este lacerante problema, considera Amnistía Internacional y las madres buscadoras que han hecho de esta búsqueda su razón de existencia corroboran este dicho con sangre, sudor y lágrimas.
Ellas, con el corazón roto, exhaustas, se reunieron en la avenida Reforma para marchar del Monumento a la Madre al Ángel de la Independencia, gritando consignas al gobierno de la 4T para que cumpla sus promesas de acabar con la inseguridad, con la violencia, con la injusticia y la impunidad que danza sin fin en nuestro territorio, ante una delincuencia empoderada y una autoridad indiferente, cómplice o verduga.
Madres buscadoras consideran que no hay nada que celebrar hoy, a la angustia de tener un hijo o hija desaparecido se ha sumado la persecución por parte de delincuentes que van ahora por la madre buscadora, una decena de ellas han sido asesinadas cuando se acercaban a desentrañar lo ocurrido y señalar a los culpables. Esta marcha también fue en memoria de las que ya no están.
Otras mujeres mexicanas han expresado en diferentes momentos su enojo con este gobierno por haber perdido a sus hijos con cáncer por falta de medicamentos o aquellas que gozaban de estancias infantiles y las cerraron por presuntos motivos de corrupción o las mujeres golpeadas que se quedaron sin refugios para víctimas de violencia de género. Para todas ellas nuestra solidaridad.
Al igual que nuestra felicitación para la periodista mexicana Marcela Turati que el próximo 13 de mayo será galardonada en Alemania con la Medalla Theodor Heuss «por su valiente labor informativa y su defensa de la democracia», al ser una de las primeras denunciantes de casos de desaparición forzada en nuestro país y por ello haber sufrido persecución.
¿Y el Gobierno? Bien gracias, el presidente de la República, Andrés Manuel López, felicitó a las madres, y les dedicó un concierto musical al iniciar su monólogo político acostumbrado, escenificado desde nuestro histórico Palacio Nacional, descalificando precisamente el lema de la marcha de las madres buscadoras y de la vida democrática: La Verdad y la Justicia, esas dos grandes ausentes en la actual administración.
Esta semana, como todas desde que tomó el poder, López Obrador continuó pronunciando alrededor de un centenar de mentiras en cada conferencia mañanera, ese promedio lo llevó a pronunciar 101 mil 155 mentiras en cuatro años, según un informe de Spin-Taller de Comunicación Política que dirige Luis Estrada, autor de El Imperio de los Otros Datos.
El gobierno que prometió acabar con la corrupción y transformar la ya decadente moral en el servicio público, se ha dedicado a difundir falsedades y engaños como propaganda a favor de sus decisiones unipersonales.
Con una narrativa irracional rechaza cumplir con los límites constitucionales en su actuación; promueve el linchamiento de sus opositores políticos y de los periodistas críticos; mantiene a una administración pública ineficiente al emplear a los obedientes y «leales» sin importar sus capacidades ni competencias, y qué decir de la sucesión, regresamos a los tiempos del gran elector con la suma de ser también –ilegalmente– el mayor propagandista electoral de sus corcholatas.
Para colmo, dejó inoperante hasta ahora al INAI (Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Administración de Datos Personales) al descalificar a los dos nombrados como consejeros por el Senado y ordenarles que no repusieran la elección, pues le convenía un “periodo de impasse” para el INAI. Posteriormente una de sus dos ministras incondicionales de la Corte, rechazó el amparo para que sesionara ese órgano con cuatro consejeros.
Con embustes ha tratado de desprestigiar al INAI, un órgano autónomo al servicio de la sociedad y protector de sus datos personales, para que nadie conozca la opacidad y el manejo discrecional que ha hecho del presupuesto público.
Esta administración ha privilegiado a las organizaciones militares sobre las civiles: sólo en 2022 se aprobaron 204,000 millones para las militares y 55,000 para las civiles (Mariana Campos, coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa), entre muchas otras muchas irregularidades y fraudes mayúsculos (Segalmex, verbigracia).
La presunta calidad moral que presume a pesar de todas las evidencias en contra y su estilo impositivo e irónico, con uso abusivo de descalificativos para dividir y confrontar, lo hacen fácil presa de valoraciones psiquiátricas preocupantes dado el enorme poder que detenta: que, si es megalómano, narcisista, sociópata, etcétera. Su mala formación y su gusto por la historia con frecuencia le hacen cometer yerros.
El desprecio por el saber y la inteligencia lo hace patente todos los días, hoy se burló de los reconocimientos que han recibido Enrique Krauze –ganó el III Premio de Historia Órdenes Españolas– y el rector de la UNAM Enrique Graue –doctorado honoris causa por la Universidad de Sevilla por sus aportaciones a la educación en Iberoamérica– dijo sarcástico: “Reparten medallas como si fuera confeti”.
Y demeritó el premio de Derechos Humanos 2023 que otorgó la International Association of Women Judges a la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justica, Norma Lucía Piña, al señalar: “Esos premios se pueden conseguir en la Plaza de Santo Domingo”, con su característica risita burlona. Con este líder bien se puede entender el caso de la plagiaria que sigue como ministra, la otra incondicional del poder, Yazmín Esquivel, a quien él propuso y sostiene.
Esta semana arreciaron sus ataques en contra de la Suprema Corte de Justicia que se ha mantenido bajo asedio y resistencia a partir de que el ministro Arturo Zaldívar, su seguidor, dejara la presidencia de ese organismo, y arreció cuando se dictaminó inconstitucional, con votación de 8-3 el pase de la Guardia Nacional a la SEDENA y recientemente, con votación de 9-2, hasta Zaldívar rechazó las primeras dos leyes del Plan B electoral «por fallas graves en el procedimiento legislativo».
La ira en AMLO afloró en la mañanera con adjetivos como: «corruptazos», «No tiene remedio el Poder Judicial está podrido». Sus huestes captan los mensajes y mantienen un plantón afuera de la Corte, los ataques arteros van dirigidos a la ministra presidenta de quien han hecho irrespetuosa mofa, con el consentimiento de la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum.
Lo último: mientras el presidente amenaza con presentar una iniciativa ante el Congreso para acabar con la integración actual de la SCJN, y hacer que sean electos por el pueblo como en época de la Reforma, el senador Ricardo Monreal, el mismo que parecía un auténtico adalid inconforme, se puso el traje de fiel seguidor del autócrata de Palacio y espetó a los ministros que el Senado los puede citar a comparecer o llevarlos a juicio político si se repite su intromisión en el poder legislativo. Me recordó la cita bíblica: «Por sus frutos los conoceréis».
Sólo queda esperar que la Suprema Corte pese a las presiones se mantenga firme en la defensa de nuestro régimen constitucional y eche atrás el resto del PLan B electoral que quería inhabilitar al INE y la legislación ominosa del llamado viernes negro, por haber sido aprobada con premura injustificada, sin cumplir con el proceso legislativo, y que la SCJN sea el contrapeso y aval de justicia para el pueblo verdadero, no sólo del que es incondicional a AMLO, sino de la gran mayoría ciudadana que le es adversa, y se pueda impedir la continuidad de un proyecto desgastante y oneroso para nuestra Nación.