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Consejo de la “caricatura”, Servil al Gobierno
David Dorantes | Apuntes
CIUDAD DE MÉXICO, 5 de enero de 2019.- Es muy probable que nadie vio venir el golpe que durante la temporada decembrina refrendó Andrés Manuel López Obrador al sector energético del país.
Particularmente al segmento eólico, pues el reciente freno que le pusiera su administración provoca que Tamaulipas no alcance la meta que se trazó desde hace cuatro años para conseguir ser el epicentro de latinoamérica, en ese sentido, Oaxaca mantendrá el liderazgo por lo menos una década más.
Resulta que Andrés Manuel López Obrador ordenó al Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) la suspensión temporal de las subastas de largo plazo SLP-1-2018 que estaban por darse, entre otras, poniendo en vilo al segmento petrolero y eólico, en ambos casos, la mayor afectación se la llevó Tamaulipas.
Si bien, se puede considerar que es una medida cautelar que tomó el presidente de México mientras su gobierno conoce a detalle la dinámica de las políticas públicas energéticas, así como la dimensión que tiene la participación de inversionistas en este sector; lo malo es que generó incertidumbre.
Cierto es que las energías renovables son una alternativa para mejorar el impacto negativo en el medio ambiente que generan las tradicionales, así como también la industria energética verde empezaba a resultar un coto atractivo de poder y de negocios para varios gobernantes en las diferentes regiones del país.
Corren las versiones que ex mandatarios -de diversos extractos de gobierno- están involucrados en la participación de estos desarrollos ¿Sería parte de la decisión para la cancelación temporal?
Considerando que se arriesgaron los medios que informaron –por no investigar un poquito o quizás por instrucción-, apenas hace tres meses cuando se inauguró en Reynosa, Tamaulipas, un parque eólico lo versaron como “el más grande de latinoamérica”, cuando en realidad Juchitán, Oaxaca, todavía ostenta ese liderazgo con el desarrollo “La Venta”.
Peor aún, la postergación por avanzar en más licitaciones para suministro de electricidad por generación de vientos se había dado desde marzo de 2018 por indicaciones de Enrique Peña Nieto para ser cauteloso en los tiempos de campaña electoral.
Es decir, este atraso que pudiera cumplirse el año, considerando los tiempos que se deben cubrir desde la proyección, planeación, e inversión, sin duda, provocará que los tamaulipecos no puedan destronan a los oaxaqueños en la siguiente década.
Aun así, continua en proyecto la construcción de una fábrica de aspas eólicas que estará en Matamoros, Tamaulipas, que originalmente era para dar abasto a la construcción de los parques tamaulipecos y que de acuerdo a lo que me comentó uno de sus inversionistas, quizás ahora lo replantearán para proveer a otras entidades o incluso para Texas.
Mientras tanto, la industria de manufactura de torres ubicada en Altamira, Tamaulipas, continúa con su proceso habitual.
Con este freno temporal dado con Peña Nieto y refrendado por López Obrador ¿Perderá México su posición actual ubicada en el noveno lugar del ranking mundial en inversiones hacia las energías renovables?
¿Podrá Tamaulipas quitarle el liderazgo eólico a Oaxaca o mantendrá el camino que traía a pasos acelerados?
¿Usted qué opina? www.daviddorantes.mx